“Hermano Papa, qué alegría verlo”, le dijo Morales al Pontífice antes de comenzar una reunión privada de 27 minutos en la Biblioteca del palacio Apostólico, luego de la que le obsequió un busto del líder indígena Tupac Katari y tres libros sobre la coca.
“Se la recomiendo. Yo la estoy tomando y me hace tanto bien. Se la recomiendo así aguanta toda la vida”, le dijo el mandatario durante el intercambio de regalos sobre el cultivo insignia de su país, que ha estado en la mira de la jerarquía eclesiástica local.
Durante el intercambio de regalos, Morales le entregó al pontífice una carta dirigida por la Central Obrera Boliviana (COB) y la Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio) “con críticas a las exposiciones que realizaron algunos grupos relacionados con la Iglesia Católica en torno a Bolivia y a los movimientos sociales”, confiaron fuentes diplomáticas bolivianas a Télam.
El escrito, que hace énfasis en indicadores sociales del país andino a modo de exposición de logros, pide una autocrítica de la Iglesia boliviana por su actuación “contra los pueblos indígenas”, reclama que cesen las “hostilidades” contra el mandatario y pide al Papa que interceda para moderar las críticas de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB).
La visita de Morales al Vaticano se da en medio de un clima de tensión con la jerarquía católica luego de que la Iglesia boliviana señalara en una “carta pastoral” que “como es de dominio público, el narcotráfico, en su estrategia de expansión e impunidad, penetra incluso estructuras estatales y fuerzas del orden, comprando conciencias”.
Luego de la misiva pastoral, el mandatario instó a los jerarcas de la Iglesia Católica a dar los nombres de las autoridades del Estado “que son narcotraficantes” y agregó que, si no lo hacen, asumirá que esa afirmación es un ataque “al movimiento indígena”.
Morales llegó al Vaticano para reunirse con el Pontífice y participar, este viernes y el sábado, de una conferencia sobre los 25 años de la Encíclica de San Juan Pablo II “Centesimus Annus”, de la que también formarán parte el mandatario de Ecuador Rafael Correa y el precandidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos Bernard Sanders.
Tras la reunión, el Vaticano emitió un comunicado confirmando que el encuentro “con especial atención a las políticas sociales”, se centró “en las relaciones entre la Iglesia y el Estado, que evoca la larga tradición cristiana de Bolivia y la decisiva contribución de la Iglesia a la vida de la nación”.
Además, la Santa Sede destacó que también se hizo referencia a “asuntos de interés público, como la educación, la salud y la ayuda a los más pobres”.