Es lo que sugiere, al menos, Henry Greely, un profesor de la Universidad Stanford (California, Estados Unidos), en su libro El fin del sexo y el futuro de la reproducción humana.
Greely asegura que, en ese periodo de tiempo, la humanidad reconsiderará su actitud hacia el sexo y la fertilidad. En este sentido, cree que cada vez será más probable que los niños surjan de una fecundación in vitro, mientras que los padres que prefieran una concepción natural serán estigmatizados por la sociedad. Este profesor defiende esta postura en un artículo del que se ha hecho eco The Scientist.
Para Greely, los avances en genómica, células madre y diagnóstico genético preimplantacional (DGP) podrían derivar en que las personas con recursos económicos lleguen a prescindir en los próximos años de la reproducción sexual estándar con la finalidad de que sus hijos no solo estén exentos de sufrir patologías mortales, sino que tengan, además, determinadas características físicas y mentales.
Este profesor de Stanford vaticina que los expertos en fecundación crearán gametos femeninos in vitro mediante células madre inducidas y pluripotentes obtenidas a través de una simple biopsia de un hombre, que sustituirían al caro y laborioso proceso de fertilización in vitro (FIV) que conocemos actualmente.
En definitiva, a pesar de que las personas seguirán teniendo relaciones sexuales por placer, el sexo entre los seres humanos que dispongan de una asistencia médica desarrollada se reducirá de manera considerable.