Era un trabajo de hormiga. Casi imperceptible. Sergio Gabriel Domínguez, quien fuera Director de Contaduría del Senado de la Nación, tomaba para sí pequeños montos de los sueldos de ciertos empleados de ese cuerpo legislativo. Mes a mes, durante por lo menos un año y medio, Domínguez se fue quedando con parte de lo que debían cobrar otros agentes que trabajan en la cámara Alta. Sumó de ese modo en su cuenta personal algo más de 240.000 pesos. Y fue descubierto.
La denuncia, a la que accedió Infobae de fuentes judiciales, se hizo por los delitos de administración fraudulenta contra la administración pública y peculado. Intervienen el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi y el fiscal Franco Picardi.
Allí se explica que en julio de 2015, un usuario (se presume falso) de Facebook publicó un post en el que señalaba que Domínguez desviaba fondos que les correspondían a trabajadores del Senado a su cuenta personal. Así comenzó- mientras como vicepresidente de la Nación Amado Boudou ejercía la presidencia del Senado- el sumario administrativo que derivó en la denuncia penal. Aquel sumario se cerró durante los primeros meses de 2016, ya con Gabriela Michetti a cargo de la Vicepresidencia de la Nación y de la del Senado.
En el sumario administrativo declararon varios funcionarios del Senado que tienen relación con la liquidación y el pago de sueldos. Uno de ellos recordó que a mediados de 2015 una empleada se había quejado porque se acreditaba en su cuenta sueldo menos dinero que el que fijaba su recibo de haberes.Faltaban entre 300 y 1000 pesos por mes.
El reclamo de esa empleada subió en la escala administrativa del Senado hasta que llegó a Domínguez. La mujer le entregó una planilla de Excel con la muestra de los faltantes que notó desde abril de 2014. El funcionario primero negó que fuera posible tal diferencia y finalmente aceptó que se podía deber a un error. En unas 48 horas la empleada de planta del Senado recibió una transferencia por un importe cercano al faltante acumulado mes a mes. Pero lo llamativo es que la transferencia se hizo desde la cuenta personal de Domínguez y no desde la cuenta oficial de Senado.
En la investigación que se hizo en el Senado, se comparó –a partir de los resúmenes de cuenta de Domínguez- lo que debió cobrar con lo efectivamente percibió: la diferencia a favor del acusado de la maniobra fue de $246.300 entre diciembre de 2013 y mayo de 2015. Es decir que quien fuera Director de Contaduría del Senado-se encuentra con licencia en la actualidad- se transfirió a su cuenta unos $14.000 mensuales que les quitaba a otros trabajadores.
Domínguez tenía forma de modificar el monto que debía acreditarse en las cuentas de los empleados. El Senado giraba el monto total de sueldos al Banco Nación y esa suma no era tocada por Domínguez. Pero el funcionario del Senado –según la denuncia- cambiaba el número de un archivo digital en el que el Nación recibía la orden de depósito en cada cuenta.
Presumen en el Senado que Domínguez les quitaba dinero a empleados -ñoquis ellos- quienes ni siquiera chequeaban el importe que debían cobrar. Pero la estafa quedó al descubierto cuando le quitó dinero –por error tal vez- una verdadera empleada quien, preocupada por la pérdida de dinero, llevó adelante el reclamo.
Las pruebas recabadas en el Senado contra Domínguez-empleado de planta permanente en el Senado desde hace unos veinte años- fueron lo suficientemente contundentes como para que se hiciera la denuncia ante la justicia federal. Ahora allí es donde deben tomar decisiones sobre el avance la investigación.