Si la OMB da el visto bueno a la medida, a partir de esa fecha el extranjero que solicite la visa para ingresar a Estados Unidos tendrá que revelar dónde trabajó y que viajes hizo en los últimos 15 años.
Para ello, tendrá que dar direcciones de correos electrónicos, números de teléfono y apodos que usó en las redes sociales los últimos cinco años, además tiene que dar los nombres y fechas de nacimiento de sus hermanos, hijos, cónyuge actuales y pasadas.
En este informe, el solicitante no tendrá que revelar sus contraseñas y no se le averiguaría ni cambiaría sus niveles de privacidad en sus cuentas de redes sociales.
La evaluación del estricto control se les aplicaría a los solicitantes de visas que hayan viajado a territorios controlados por grupos terroristas o tengan cualquier otra condiciones de seguridad nacional que imposibilite su ingreso a los Estados Unidos.
Según calcula el Departamento de Estado si la meda se lleva a delante, afectaría a un 0,5% de los solicitantes de las visas, o unas 65.000 personas.