La etíope Etenesh Diro, que fue 5ta en Londres 2012, era una de las candidatas para llegar a la final de los 3000 metros con obstáculos y luchar por una medalla. Antes de ingresar a la pista del Estadio Olímpico contaba con la mejor 6ta marca del año en la temporada, con un registro de 9m14s7/100. Y así comenzó la prueba. Junto a la keniana Hyvin Jepkempoi, a unas dos vueltas y media para el final de la carrera, se cayó, una de sus zapatillas se salió, y para no perder el tiempo ajustandosela decidió abandonarla, se la quitó y lo mismo hizo con su media derecha. Ahora, era última de la carrera, entre las 17 participantes.
Se levantó y empezó a correr descalza en uno de sus pies. El público se puso de pie en las tribunas y comenzó a aplaudirla. Diro inició una remontada de película. Por cada rival que superaba, con sólo una zapatilla, se correspondía una ovación desde las tribunas. Así, hasta que terminó en la 7ma posición. Su esfuerzo fue descomunal y el público lo celebró con un ensordecedor aplauso teñido con gritos de reconocimiento. Aunque poco le importaba a ella, que lloraba desconsolada, tirada en la pista y tomando su pie. Sabía que su registro de 9m34s70/100 la dejaba afuera de la final, y su rival keniana había quedado primera en la serie. Todas las competidoras, incluida la marplatense Belén Casetta, abandonaron los andariveles de la pista una vez finalizada la carrera. Mientras que Etenesh Diro no reaccionaba, y a su vez, era atendida por personal médico.
“Son cosas que pasan en las carreras. Los obstáculos son así”, señaló Belén Casetta, que corría en la misma serie que Diro, y que en sus primeros Juegos, concluyó en penúltimo lugar.
Pero después llegó la buena noticia para Diro. Según informa la agencia DPA, los equipos de Etiopía, Irlanda y Jamaica presentaron una protesta tras la competencia, y tras revisar el video, el Jurado de Apelaciones dio a Diro, a la irlandesa Sara Louise Treacy y a la jamaiquina Aisha Praught, su pase a la final.