La respuesta es simple: cualquier electrodoméstico que genere calor puede cocinar. ¿Quieres una receta para una cena rápida? Agarra una pechuga de pollo u otra ave cortada en cuadraditos, brócoli, patatas baby, palitos de zanahoria, una bolsa de plástico… y al lavarropas. Matt Quinton, periodista del diario inglés The Sun, decidió probar suerte después de que en su periódico se publicara que el músico Roger Langford metió por error un pollo en dicho electrodoméstico. Quinton estuvo de enhorabuena, ya que de las siete recetas que intentó perpetrar, cinco resultaron satisfactorias: una taza de té, un plato de arroz, una sopa de tomate, pasta con albóndigas y el plato mencionado. Las claves para poder guisar con éxito en la lavadora son la temperatura, que debe estar entre 70 ºC y 90 ºC, disponer de una bolsa para microondas y el centrifugado. Ahora bien, a veces este método puede salir caro, pues hay que repetir el proceso hasta lograr una cocción completa.
Por eso, si quieres ser un chef tecnológico, quizá sea mejor que uses otro electrodoméstico: el lavaplatos. Se basa, igual que en el caso anterior, en aprovechar el calor que genera este aparato. El recetario Cocinar con el lavavajillas, de la bloguera y experta culinaria italiana Lisa Casali, promete “sabor, sostenibilidad y ahorro con un método revolucionario”. Y es que este sistema permite lavar y guisar a la vez, y resulta completamente seguro, ya que los alimentos y el agua no entran en contacto; permite cocinar a bajas temperaturas; y solo requiere unos botes de cristal herméticos o bolsas de conservación al vacío. La lista de recetas posibles es inmensa y va en aumento según se van sumando adeptos. Por ejemplo, es posible cocinar un salmón a baja temperatura –técnica utilizada por los chefs profesionales–, que deja el pescado con una textura parecida a la del foie.