¿Es posible el teletransporte cuántico?

Dos experimentos científicos independientes han logrado teletransportar partículas en la red de fibra de dos ciudades.

El teletransporte ya es una realidad confirmada, al menos a escala cuántica. Dos equipos científicos independientes, de China y de Canadá, han conseguido hacer transferencias remotas de información cuántica codificada en partículas de luz a través de varios kilómetros de redes de fibra óptica. La internet cuántica se abre paso como red de comunicación del futuro.

Los investigadores han demostrado que es tecnológicamente posible el teletransporte cuántico, mediante transferencias de información cuántica codificada en partículas de luz a lo largo de varios kilómetros de fibra óptica en dos ciudades distintas: Hefei en China y Calgary en Canadá.

Esta tecnología podría mejorar sobremanera la seguridad y la velocidad de las conexiones de internet, según apuntan los científicos implicados en sendos proyectos.

Pero, ¿cómo es posible enviar información a larga distancia mediante el teletransporte cuántico?

Ciertamente este extremo se complica, pues para distancias considerables, es necesario el empleo de fuentes de luz independientes, lo que representa actualmente un desafío tecnológico, ya que el haz de luz de una fuente tiene que seguir siendo indistinguible del haz de luz de la otra fuente tras viajar a lo largo de varios kilómetros de fibra.

¿Cómo solventar este obstáculo? Los dos grupos de investigadores desarrollaron -de forma independiente- una serie de mecanismos de retroalimentación y de sincronización. El equipo ubicado en China utilizó la luz en la longitud de onda de las telecomunicaciones (tal y como se usa en las redes de telecomunicaciones actuales) con objeto de reducir al mínimo la velocidad en la que la luz de la señal pierde intensidad en la fibra. El equipo canadiense empleó fotones en una longitud de onda de telecomunicaciones y también en una longitud de 795 nanómetros (nm), lo que posibilitó que el experimento de teletransporte cuántico fuera más rápido que el empleado en la ciudad china de Hefei (17 fotones por minuto), pero con una fidelidad reducida.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature Photonics.