Después de mucha discusión, ya es oficial: docentes y alumnos pueden usar celulares, tablets, y otros tipos de dispositivos móviles dentro del aula, siempre y cuando sea con fines pedagógicos.
La medida, que afecta tanto a escuelas públicas como a privadas, quedó confirmada después de ser publicada en el Boletín Oficial de la Provincia como Resolución 778 de la Dirección de Escuelas, que a su vez derogó la Resolución 1.728 de 2006, que prohibía el uso de celulares porque “descentra y desconcentra el proceso de enseñanza aprendizaje“.
La administración de María Eugenia Vidal argumenta que lo decidido por el gobierno de Felipe Solá hace diez años es “anacrónico y contradictorio con los fines y objetivos previstos en el último ordenamiento indicado para la política educativa”, según la resolución.
Para la Dirección de Escuelas, “las tecnologías de la información y la comunicación no son meros aparatos cuyos efectos positivos o negativos dependen de su uso. Constituyen una dimensión importante de las culturas contemporáneas, en tanto tienen la capacidad de configurar y transformar un conjunto de prácticas, saberes y representaciones sociales”.
“Las tecnologías de la información y la comunicación potencian otras habilidades, como la capacidad de apropiación de estímulos visuales a gran velocidad, la facilidad para realizar diferentes tareas al mismo tiempo, la apropiación de lenguajes que se expresan a partir de múltiples soportes”, sostiene la resolución.
Por último, la resolución establece que se habilita “el uso de los distintos dispositivos tecnológicos en el ámbito escolar por parte de los alumnos y los docentes, como recurso pedagógico didáctico, incorporando los dispositivos como parte de su planificación anual y enmarcados en el Proyecto Institucional en los acuerdos que le dan sustento”.
Con información de DyN