Un informe estadounidense rompe con el mito de que el sexo entre heterosexuales genera el punto más alto del clímax en la intimidad. Cuál es el factor que determina el “éxito sexual” entre dos mujeres. No resulta descabellado suponer que la orientación sexual tiene una gran influencia en la frecuencia de los orgasmos. Desde el desconocimiento, las relaciones heterosexuales –a priori– parecieran ser las que más placer generan en los hombres y las mujeres. Pero no es así.
Tal demostración surge de un informe publicado en los Archives of Sexual Behaviour, realizado por las universidades de Indiana, Chapman y Claremont Graduate, en Estados Unidos. El estudio reveló que si bien los diferentes comportamientos de las parejas puede tener una influencia fundamental en la frecuencia de los orgasmos, la heterosexualidad no es factor determinante para garantizar este hecho.
La publicación sirve para derribar una serie de mitos. La encuesta tuvo a más de 52 mil personas, con 26.032 hombres heterosexuales, 24.102 mujeres heterosexuales, 1.112 mujeres bisexuales, 550 hombres bisexuales, 452 hombres homosexuales y 340 mujeres homosexuales, revelando una serie de información que llama la atención.
El principal falso mito en la sexualidad femenina es que la relación sexual entre dos mujeres es incompleta, ya que no se produce el coito (sin tener en cuenta los accesorios con los que sí puede darse la penetración). La conclusión de los investigadores parte desde aquí: “El hecho de que las mujeres homosexuales lleguen al orgasmo con más frecuencia que las mujeres heterosexuales indica que muchas mujeres podrían -potencialmente- experimentar mayores tasas de orgasmos”.
En contrapartida, este estudio viene a decir que, de hecho, las relaciones entre mujeres resultan más satisfactorias. También, que el 95% de los hombres heterosexuales, el 89% de los homosexuales y el 88% de los bisexuales llegan al clímax. La brecha, sin embargo, era mucho mayor analizando el orgasmo femenino, ya que si bien llegaban al orgasmo el 86% de las mujeres homosexuales, solo lo hacían el 66% de las bisexuales y el 65% de las heterosexuales. Es por ello que surge la conclusión inicial de los investigadores.
“Parece que las mujeres heterosexuales salen perdiendo en este estudio y nos hace pensar que el modelo de sexualidad normativa en el que parece que todavía nos encontramos no les favorece. Esto tiene que ver con que seguramente nos seguimos moviendo en un modelo de relación erótica en el que sigue primando un tipo de conducta puramente penetrativa y genital, que se les queda corto a las mujeres que se acuestan con hombres”, explicó la sexóloga y escritora española Marta Pascual, especializada en colectivo LGTB.
Otro factor a tener en cuenta, según la experta, es “el conocimiento del cuerpo propio que facilita el contacto con el cuerpo de la pareja del mismo sexo. Esto no significa que no haya que explorar, investigar y descubrir, sino que se cuentan con más claves para llegar al encuentro erótico y eso en sí mismo es un estímulo que potencia el deseo”.
Pascual sostuvo que “las prácticas o conductas eróticas y amatorias entre dos mujeres van a ser más ricas y variadas, porque hay más puntos de interés y no existe un solo lugar en el que quedarse”.
Son diversos los estudios que han indagado sobre las claves del sexo oral. Así, otro informe publicado en el Journal of Evolutionary Psychology concluía que uno de los motivos por el que los hombres realizan sexo oral a la mujer sería el aumentar su satisfacción con la relación, y así reducir al mínimo el riesgo de infidelidad. Pese a que se trató de un estudio muy debatido, lo que sí que parece es que los varones entendían el cunnilingus como una forma más efectiva de conseguir los orgasmos de sus parejas femeninas.