Charlene Quirk ordenó dos pizzas en su restaurante favorito, en el que suele ordenar desde hace 14 años, que llegaron envueltas en sus respectivas cajas y unas bolsas térmicas que ayudan a mantener la temperatura del pedido.
Al momento de abrirlas, notó que encima de la mesa del comedor donde las cajas, había un condón usado.
Impactada, llamó al restaurante para informar lo sucedido. Le dijo al nuevo gerente que el condón estaba dentro de las bolsas térmicas y que es probable que hubiera estado allí desde el local.
Quirk aseguró en el texto que Armand, el nuevo gerente, se mostró disgustado y hostil.“Me prohibió volver a ordenar de su restaurante. Me dijo que me jodiera, y que me lo quedara y lo utilizara”.
La publicación ha sido compartida más de 1.400 veces y ha recibido miles de comentarios de usuarios sorprendidos por el condón y por la reacción del hombre encargado del local y de servicio al cliente.
