El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, ya había plasmado en una frase lo que muestran los datos de empleo en la Argentina. “El empleo crece lento, pero crece”. El leve incremento mensual de septiembre -el último mes registrado- fue del 0,1%, con un total de 16.268 personas, según informó el Ministerio de Trabajo.
Unos 6.147 del total correspondieron al empleo público, 5.280 al empleo privado y tanto los monotributistas como los autónomos completaron los 4.841 restantes. Si se ve la foto del sector público y privado, ambos crecieron un 0,2% en septiembre contra agosto, dato que muestra una tímida recuperación de la creación de empleo privado, en base a los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
Aunque muy lento, es el segundo mes consecutivo en que aumenta el empleo asalariado en el sector privado, tras haber tocado un piso de 6,13 millones de trabajadores en julio: los casi 5.300 puestos de septiembre se suman a los 8.000 que en términos netos se reincorporaron en agosto.
El sector de la construcción, aún golpeado por una obra pública que no termina de arrancar, fue un actor clave que agregó 4.800 posiciones en agosto y 1.440 en septiembre. José Anchorena, subsecretario de Estadísticas, Estudios y Políticas Laborales del Ministerio, aseguró que “en el tercer trimestre del año se nota una reactivación del empleo privado”.
“Hay movimiento, hay rotación pero es mixto. Es un comportamiento típico de un período de transición”, aseguró el funcionario, en un encuentro con la prensa del que participó Infobae. Y agregó: “La recuperación del empleo en el agro tiene que ver con la quita de retenciones, pero aún falta mucho”.
Sector por sector
En septiembre, la franja más expansiva dentro del sector privado fue la de los monotributistas con 7.784 incorporaciones y una suba de 0,5 por ciento. El sector público sumó otros 6.147 trabajadores en relación de dependencia y disminuyó en 2.634 la de monotributistas sociales.
Las actividades que mostraron mayor crecimiento en septiembre fueron servicios comunitarios, sociales y personales (1.700 trabajadores más), hoteles y restaurantes (1.600 trabajadores), agricultura, ganadería y silvicultura (1.500 trabajadores) y construcción (1.400 trabajadores). A contramano, la industria manufacturera registró la mayor pérdida de empleo, con 2.900 trabajadores menos.
Más allá de la variación mensual, los datos interanuales dejan en evidencia que el sector privado perdió empleos, mientras que la creación se dio en el sector público. Al sumar los asalariados, los monotributistas, casas particulares y autónomos, se perdieron 43.359 empleos, contra los 46.298 que creó el sector público.
Con todo, en un año se perdieron 10.276 empleos, una caída del 0,1 por ciento. El sector público se vio reactivado por nuevas contrataciones en provincias y municipios, alcanzó a los 3,1 millones de personas en el país.
Por Jorgelina Do Rosario