La Ley de Tránsito argentina exige un mínimo de dos segundos de distancia entre vehículos en rutas, autopistas y autovías. Esto significa que, en territorio nacional, debemos conducir al menos a 54 metros del rodado que nos precede cuando vamos a 100 km/h (100 km/h es igual a 27 metros por segundo).
De todas formas, distintos organismos de seguridad vial recomiendan tomar una distancia de cinco segundos con respecto al vehículo que tenemos adelante. Así, a una velocidad de 100 km/h deberíamos conducir 135 metros más atrás de quien nos precede. En condiciones de lluvia o niebla, la distancia tendría que estirarse a ocho segundos.
Según CESVI Argentina, el 80 por ciento de los conductores no mantiene la distancia de seguimiento que exige la ley. En uno de sus relevamientos, dicha entidad identificó que el promedio general de distancia entre autos es de 1,41 segundos.
“Lo que se tiene medido en laboratorio es el tiempo de reacción teórico, que es de entre 1,5 y 2 segundos. Esto se compone del tiempo de percepción + tiempo de reacción + tiempo de reacción mecánico del vehículo. Si, como arroja nuestro estudio, los conductores circulan con una distancia de seguimiento de 1,4 segundos, cualquier distancia que amerite una reacción imprevista llevará a la colisión ya que no tendrán tiempo para el frenado”, explicaron desde este organismo.
Para medir los segundos de distancia se debe tomar como referencia una marca en el camino, como puede ser un cartel o un poste. Cuando el paragolpes trasero del vehículo que nos precede pasa por esa marca, hay que empezar a contar “mil ciento uno, mil ciento dos, mil ciento tres…”. Si cuando el conteo termina nuestro paragolpes delantero todavía no cruzó la marca significa que nuestro seguimiento es prudente.