Son varios los puntos en los que te puedes equivocar a la hora de educar a tu perro. Y es bueno reconocerlos a tiempo. Así evitarás confundir a tu peludo, o lo que es peor, echarle la culpa a él por no tener avances.
Así que si quieres lograr una buena convivencia entre todos los miembros humanos y no humanos de la familia, presta atención a este artículo.
Y recuerda que, si de todas maneras no logras los objetivos que te propusiste en la educación de tu mascota, puedes consultar al veterinario o a un especialista en conducta animal.
Si no estás logrando avances en la educación de tu peludo, no le eches la culpa a él. Mejor aprende a identificar en qué te estás equivocando tú y seguramente así alcanzarás los objetivos que te propusiste.
Utiliza el Refuerzo Positivo para la educación de tu mascota
Lo primero que debes hacer para lograr educar a tu perro de forma exitosa es aprender a interpretar su lenguaje corporal. Una vez que sepas decodificar sus señales, te será mucho más sencillo encarar su educación.
Pero, de todas formas, pueden aparecer errores en la educación de tu amigo de cuatro patas. Por ejemplo, castigarlo si no hace lo que le pides o tiene un mal comportamiento.
Mejor cuenta hasta diez y mantente perseverante. Para educar a un perro siempre es mejor utilizar el Refuerzo Positivo. Esto significa, en resumidas cuentas, que ignores sus conductas negativas y premies las positivas con caricias, palabras de afecto y alguna golosina de su agrado.
Sin duda, es mucho mejor que tu mascota pueda asociar lo que aprende con una experiencia agradable que con un castigo o un reto. ¿No te parece? Además, ten en cuenta que la crueldad hacia los animales por suerte empezó a ser considerado un delito.
Más equivocaciones que puedes cometer a la hora de educar a tu perro
Otros errores comunes cuando quieres transmitirle algunas pautas de conducta a tu can pueden ser:
Emitir órdenes demasiado contundentes o intentar frenar un comportamiento de golpe. Los peludos, al igual que los humanos, necesitan de un tiempo para procesar los conocimientos que le son impartidos.
Pretender enseñarle todo de una vez. Ve paso a paso. Desde lo más simple a lo más complicado. En cuanto claramente incorpore un conocimiento, pasa al siguiente tema. No lo agobies.
Darle pautas complicadas. Trata de emitir órdenes sencillas, de fácil comprensión, al menos en un primer momento. De lo contrario, probablemente confundas a tu amigo de cuatro patas y no pueda cumplir con lo que le pides.
Además, procura que tu perro se ejercite lo suficiente. Un can que no gasta debidamente su energía puede mostrarse ansioso, e incluso agresivo, y te será mucho más difícil encarar su educación.
Consejos para tener un perro educado y feliz
Ten en cuenta que los peludos pueden estresarse o ponerse ansiosos si les das órdenes demasiado severas o con tono agresivo. O volverse temerosos si los castigas físicamente. Y seguramente en estos casos lograrás el efecto contrario al buscado.
Pero recuerda que -como ya debe estar quedando claro- la culpa no es de tu mascota sino de los errores que estás cometiendo en su educación.
Así que, una vez más, a la hora de educar a tu can:
*Prioriza sobre todo la paciencia, la constancia y la persistencia.
*Deja los enojos de lado.
*Plantéate siempre que el que se está equivocando eres tú y no tu peludo.
*Encara su entrenamiento con mucho amor.