Situada en Leicester Square, apuesta por ofrecer al visitante nuevas experiencias, por sorprender con reproducciones a tamaño real y por fomentar la creatividad y la imaginación de los niños a través de la diversión, el juego y los talleres. Amantes de los famosos ladrillos de colores, no sabréis por dónde empezar a disfrutar.
Entre las primicias, uno puede salir de la tienda con un mosaico personalizado de su cara. La máquina Mosaic Maker se encarga de capturar tu imagen y en menos de 10 minutos proporciona al cliente las instrucciones y las piezas necesarias para componer su retrato. Si prefieres conocer cuál sería tu alter (L)ego en este universo de ladrillos de colores, sólo tienes que pasar por delante del scanner que hay fuera de la tienda: en tiempo real te muestra qué figura serías, explican en la web de la compañía.
Tu retrato hecho mosaico
Este vagón tiene más de 600.000 piezas
Reproducción de Londres
Elemental, querido amante de los ladrillitos de colores
También en los itinerarios subterráneos