Crucero sabe que el Andrés Guacurarí fue, es y deberá ser por siempre su fortaleza. En un terreno de juego complicadísimo, y con poca estabilidad por la lluvias de las últimas horas, el colectivero logró un triunfazo ante el equipo puntano por 2 a 1.
En la primera etapa, al anfitrión le costó adaptarse al campo de juego. Quien se adelantó fue el equipo de Ramacciotti, que a los 16′ minutos encontró la ventaja mediante Tejera, en una dudosa jugada luego de un tiro libre, donde todos pedían posición fuera de juego que finalmente no existió.
Allí, el local apretó los dientes y aceleró. Creó varias jugadas de riesgo, pero no tenía la eficacia de otros encuentros. A los 36 minutos, Olivares habilitó a Sotelo, para que este mande un centro desde la izquierda y aparezca Dujaut para tocarla y mandarla al fondo de la red. Gol de Crucero, y el tramite parecía más favorable para los de Salinas.
Sin embargo, en la segunda etapa, el cansancio de la lluvia y una cancha pesada les paso factura fisicamente a los dos equipos, y el partido se volvió chato y con pocas situaciones en los arcos.
Salinas metió mano en el equipo y ganó el partido. Envió a Pedro Brítez a la cancha. “Pey”, con toda su experiencia sabía cual era el camino. “El negro”, con un latigazo desde afuera del área (algo que no hizo Crucero en todo el segundo tiempo), a los 48′ del complemento, complicó a Perafán, que dio un rebote largo para que aparezca Sotelo y la empuje al fondo de la red, desatando la fiesta en Santa Inés. Todo mérito del técnico, que apostó a Brítez en lugar de Olivares, sabiendo y conociendo la privilegiada pegada del histórico jugador.
El colectivero, con este resultado, estiró a 8 su invicto en casa. El próximo domingo desde las 17:15 horas visitará a Central Córdoba, buscando mejorar su imagen de visitante.