La decisión demandó meses de conversaciones, marchas y contramarchas, análisis político y números finos. Pero la decisión está tomada: el gobierno de Mauricio Macri rematará “antes de fin de año” dos aviones que integran la flota presidencial, mientras acelera la compra de una aeronave sin lujos que le costará unos US$ 40 millones al Estado.
Deseos de evidenciar una postal de fin de época, necesidad de ahorrar dinero o simplemente hartazgo. Sea por la razón que fuera, el Presidente se convenció de rematar el simbólico Tango 01 y el 04 cuando los especialistas le sugirieron la posibilidad de comprar un avión con “largo alcance”, de unos 15 asientos, para dejar de alquilar un avión privado, como los que lo depositaron en Europa o en su reciente gira por China. El remate de los aviones presidenciales, abierto e internacional, estará a cargo del Banco Ciudad, la entidad presidida por Javier Ortiz Batalla, que ya retomó con éxito la mecánica de los remates de la Aduana.
“Mantener el Tango 01 y ponerlo a punto nos costaría US$ 20 millones. Con el doble de ese dinero compramos un avión más chico, más práctico, con menos años de desgaste y con más autonomía de vuelo”, afirmaron a LA NACION en la Secretaría General de la Presidencia, que encabeza Fernando de Andreis.
Comprado en la década del 90 por el ex presidente Carlos Menem, el Tango 01 se convirtió en un símbolo de ostentación que los sucesivos presidentes intentaron esquivar. Fernando de la Rúa, por ejemplo, prometió venderlo, pero se fue del Gobierno sin cumplir su promesa. El kirchnerismo también utilizó sus más de 150 asientos (comparables a la dimensión de un avión de línea) en los viajes internacionales de Néstor y Cristina Kirchner.
El Tango 04, adquirido por la ex presidenta Kirchner en 2014 como reserva del 01, también se sometería a remate. El Tango 02, con problemas durante un reciente viaje de Macri volviendo de Córdoba, saldrá de circulación de manera definitiva.
¿Hay fecha para el remate? “Falta el decreto del Presidente. Pero será lo antes posible. Ojalá encontremos rápido compradores”, afirmaron las fuentes oficiales.
Forma de pago
De todos modos, la idea en la Casa Rosada es pagar el nuevo avión presidencial a través de un leasing o de un crédito internacional. “Ni de casualidad vamos a pagar cash”, se defienden en el Gobierno. La licitación para la compra de la nueva aeronave está en marcha: se siguen los lineamientos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y varias empresas internacionales ya comenzaron el proceso de oferta de algunos modelos a los encargados de tomar la decisión.
“Va a ser un avión práctico, modesto. Ni comparar con los que usan otros presidentes latinoamericanos”, afirmaron en el Gobierno. Modelos como el Airbag 320, utilizado por presidentes como Horacio Cartes, de Paraguay, superan el presupuesto acordado para la compra del avión presidencial.
Por el momento, y mientras acelera la venta de los Tango y la compra de la nueva aeronave, Macri seguirá con la rutina que hasta ahora mantuvo en sus salidas al exterior. “Cuando se trata de un vuelo a un país limítrofe o a una distancia razonable, el Presidente utilizará un avión de línea. Si se trata de vuelos largos, como el reciente a China, se seguirá utilizando un avión privado”, detallaron las fuentes.
El sábado, el Presidente viajará a Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dónde hablará el martes. Iría, por primera vez durante su mandato, en un avión de Aerolíneas Argentinas, afirmaron en Casa de Gobierno, aunque la decisión no está totalmente firme. A mediados de octubre, el Presidente tiene previsto viajar a Roma para entrevistarse por segunda vez durante su mandato con el papa Francisco, y asistir, además, a la canonización del cura José Gabriel Brochero.
En ambos casos, se tratará de delegaciones muy acotadas, de las que suelen participar la canciller Susana Malcorra, el vocero Iván Pavlosky o el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, además de la primera dama, Juliana Awada, que también irá a Nueva York.
Por: Jaime Rosemberg