Desde el comienzo de las gestiones y posteriores trabajos de tratamiento y preservación del tronco leñoso del sarandí blanco, árbol histórico de Candelaria, ya que bajo la sombra de su copa descansó el creador de la bandera argentina, el general Manuel Belgrano, pasaron dos años.
El proceso comenzó en 2016 con una propuesta del intendente al gobierno provincial. Los estudios habían determinado que el deterioro del árbol era muy avanzado y que había que resguardar lo que quedaba de él. Fue así que se comenzó a gestar el trabajo de preservación de la pieza histórica.
El árbol fue retirado de su sitial y llevado hasta Eldorado, donde ingenieros de la Facultad de Ciencias Forestales de la Unam trataron al ejemplar con el fin de frenar el deterioro que presentaba.
Este ejemplar, según destacaron las profesionales a cargo de las tareas de preservación, se estaba deteriorando cada vez más por la acción de los hongos xilófagos y si continuaba en las condiciones en las que estaba podría haber terminado totalmente destruido.
Cabe mencionar que el árbol estaba en Candelaria, en una plaza céntrica donde en su lugar volvieron a plantar un clon del sarandí, que fue realizado por los profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales. Ahora, luego de casi cinco meses de tratamiento, el ejemplar está listo para volver después de haber pasado por varios procesos de tratamiento. Se logró una especie de petrificación para que perdure a través del tiempo en una vitrina que será construida especialmente para ese fin.
El anuncio del regreso del tronco tratado se dio a conocer ayer. Sobre este acontecimiento, el ingeniero Jaime Ledesma, representante del ministerio del Agro, sostuvo: “Los trabajos de preservación ya están concluidos. Y la verdad que fue una decisión acertada porque llegó a tiempo, ya que el tronco estaba atravesando una etapa de serios daños. Este proyecto se coronó en una primera parte con la plantación de los clones que se realizaron en el Laboratorio de Biotecnología de la facultad y se colocaron en la costanera de Candelaria y que hoy están creciendo”.
“Eso fue como llevar nuevamente al sarandí a su hábitat original, cerca del río”, manifestó Ledesma.