Las primeras pruebas que fueron hechas le correspondieron a un avión de un número de 4 pasajeros, desde el Aeropuerto Stuttgart, y que es impulsado por una pila de hidrógeno.
Su tren de potencia fue desarrollado por el Centro Aeroespacial Alemán, el mecanismo de la pila consiste en un sistema de almacenamiento de hidrógeno, una célula de combustible de hidrógeno a baja temperatura y una batería.
El mecanismo se hace con las células de hidrógeno para generar la energía eléctrica, y siendo el agua el único producto desechado por el avión. Por lo que este avión es propulsado por energía eléctrica, al igual que los coches eléctricos tan famosos de estos días (ejemplo: los vehículos de Tesla Motors).
Una batería de litio de alto rendimiento cubre cargas de potencia máxima durante el despegue y al ganar altura. En los vuelos de este avión se comprobó su capacidad de alcanzar una velocidad máxima de alrededor de 200 kilómetros por hora y en un vuelo estable puede conseguir una velocidad de crucero de 145 kilómetros por hora.
Se cree, que si se genera el hidrógeno necesario para la pila de combustible a través de la electrólisis utilizando la energía a partir de fuentes de energía renovables el avión de cero emisiones, HY4, puede llegar a no generar realmente algún tipo de emisión contaminante.
“Lo previsible es que los aviones grandes de pasajeros continuarán volando utilizando la propulsión convencional. Sin embargo, uno de los mayores desafíos para las próximas décadas está en traer la movilidad eléctrica a la industria de la aviación y hacer que el sistema de transporte aéreo del futuro sea neutro en dióxido de carbono” explicó el Jefe del Instituto DLR (“Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt e.V.” o “Centro Aeroespacial Alemán” en español) de Ingeniería Termodinámica.
Puesto que los resultados obtenidos con las pruebas del HY4 fueron positivas, se espera que en un futuro se pueda llevar a la industria de aviación por el mismo camino que a la automovilística.