Hace ocho años los integrantes del Centro de Operaciones de Montaña de San Antonio de los Cobres, Salta, adoptaron un perro que vivía en una escuela de la zona, y lo bautizaron Cabo. El animal se acercaba todos los días al Destacamento de Vigilancia de esa ciudad en busca de comida y aunque andaba solo, tenía dueño. De hecho todas las tardes el hombre aparecía a buscarlo pero un día entendió que Cabo no quería irse con él.
Cabo se convirtió en uno más del cuartel. Subió más de cien veces la montaña (hasta cimas de más de 5500 metros sobre el nivel del mar) en distintas campañas y puede distinguir entre una patrulla andina del medio civil y una del Ejército Argentino. “Él siempre sube a los camiones militares. Además, es un canino sumamente puntual: está siempre listo para embarcar, sin importar el horario, rumbo a una nueva aventura en la montaña”, cuentan en la página oficial del Ejército Argentino. Por todo esto es que decidieron otorgarle un ascenso: ahora es Sargento.
El cambio de grado de la mascota se dio en el marco de un acto presidido por el comandante de la Vta. Brigada de Montaña, coronel mayor Juan Manuel Pulleiro, quien le colocó a Cabo el grado simbólico ante la presencia de cientos de hombres. Luego, el perro desfiló por el pueblo con sus compañeros de la brigada.