El perfume con olor a baño sucio que creó Bill Gates

El fundador de Microsoft firmó un acuerdo para desarrollar una fragancia que emula un baño público sin higienizar. De qué se trata la propuesta que busca solucionar la crisis sanitaria en los países más pobres del mundo

Bill Gates es uno de los hombres más ricos del mundo gracias a los ingresos multimillonarios que le provee Microsoft, su compañía. Desde hace años, parte de su fortuna la destina a la filantropía, junto a su mujer, a través de la organización Bill y Melinda Gates. Las preocupaciones por la salud y la educación emergen como la prioridad para la pareja. Sin embargo, su última contribución económica llamó la atención por su peculiaridad.

En su blog personal, Gates anunció una sociedad con la firma suiza Firmenich, una de las compañías productoras de perfumes más tradicionales, para solucionar un problema acuciante: la crisis sanitaria que atraviesan los países más pobres.

De acuerdo con los datos que proporciona el fundador de Microsoft, alrededor de 1.000 millones de personas no tienen acceso a un baño donde hacer sus necesidades fisiológicas. 3.000 millones sí cuentan con la posibilidad de un aseo personal, pero sus desechos no son tratados como debería, lo que cual deriva en contaminación. A su vez, cerca de 800.000 niños de menos de 5 años mueren cada año por contraer enfermedades vinculadas a las pésimas condiciones sanitarias, como neumonía, diarrea y otras infecciones.

Gates enfatizó en que, en algunos países, sus habitantes tienen acceso a un baño, pero que el hedor que ellos liberan incita a las personas a hacer sus necesidades al aire libre. Por eso, el magnate apoyó una causa que busca neutralizar el olor desagradable de los sanitarios públicos, aunque de la manera menos pensada. A partir de un perfume que emula ese aroma.

El equipo científico de Firmenich reconoció cuatro químicos fundamentales que ocasionarían el hedor -ácido butírico, indol, p-cresol y sulfuro de Dimetilo- y a partir de allí elaboraron la fragancia. El propio Gates testeó el perfume: “Huele tan mal como los peores baños que he visitado”, describió. “En otras palabras, hicieron una fragancia que huele como materia fecal y orina. ¡Un perfume con olor a caca!”.

Los seres humanos tienen 350 receptores olfativos, de los cuales solo unos pocos permiten captar los olores más desagradables. A partir del desarrollo del apestoso perfume, en los laboratorios de Firmenich se buscó un antídoto que sea capaz de neutralizar el hedor e inhibir la activación de esos receptores olfativos. “Al bloquear a los receptores, nuestros cerebros no perciben el mal olor”, explicó Gates.

Firmenich busca romper con la conexión a nivel molecular entre el olor y el cerebro humano. Gates se sometió a la prueba. Primero olió la fragancia repulsiva y luego testeó su antídoto, capaz de neutralizar su experiencia anterior. El filántropo comprobó su eficacia. Describió a la segunda fragancia como “floral”.

Ya se realizan pruebas de la fragancia neutralizante, en India y algunos países del África, con el objetivo de lograr un aumento en la utilización de los baños públicos. Además, en el ensayo verificarán en qué formato conviene distribuir el producto. Ya sea en spray o polvos para facilitar y promover su uso.