Mientras el árbitro ordena la barrera, Lionel Messi aprovecha y se ata los cordones del botín izquierdo. Como el juez se demora, cambia de pierna y se ajusta el derecho. Todos miran al mejor jugador del mundo, que está en silencio, pensativo. Segundos después, acaricia la pelota con la zurda y la bola se clava al ángulo. Es el 2-0 de la Argentina y Leo acaba de superar a Gabriel Batistuta en la tabla histórica. ¿Pero por qué hizo todo ese ritual antes de patear?
“Estaba analizando todo. Me até fuerte porque me quería afirmar bien, no me quería resbalar porque la cancha estaba jodida en ese aspecto. Después cuando vi la barrera y vi parado al arquero lo terminé de definir”, reveló Messi en una charla distendida en la zona mixta.
Al hablar del logro de haber alcanzado otra final, señaló: “No es sencillo, venimos de dos finales. Estar en tres seguidas es de mucho mérito, ojalá lo podamos lograr. Todos queremos ganar, a esta altura lo que importa es ganar”.
“Estamos en otra final porque lo merecemos, trabajamos mucho. Tenemos muchas ganas y mucha ilusión”, agregó. Con respecto a haber superado el récord histórico de goles de Batistuta, remarcó: “Es algo que me pone feliz, pero vinimos acá a otra cosa. Lo que importa es el equipo”.
Mientras Leo hablabla, su mujer, Antonella Roccuzzo, le mandó un emotivo mensaje por Instagram. “A dormir así, orgullosos de su papi, sos grande amor. Te amamos y extrañamos mucho”, escribió junto a una imagen de Thiago y Mateo.