MALMOE.- El papa Francisco llegó hoy a las 10.40 horas locales al aeropuerto internacional de Malmoe, en Suecia , para asistir a los actos organizados por el 500 aniversario de la Reforma protestante.
Francisco fue saludado al pie de la escalera del avión de la compañía Alitalia por el primer ministro, Stefan Löfven, y la ministra de Cultura y Democracia, Alice Bah-Kunke, y por otras autoridades y miembros de la Federación Luterana Internacional, que organizaron la conmemoración. La aproximación entre las dos Iglesias es “simbólicamente muy importante”, dijo el mandatario poco antes del aterrizaje.
Tras la presentación de las delegaciones y los himnos, Francisco y Löfven se reunirán en privado en una sala del aeródromo durante unos 15 minutos. No habrá discursos, ya que no se trata de una visita oficial al país.
Después, Francisco se trasladará para almorzar a la que será su residencia hasta mañana en Suecia, la Iglesia, un centro de investigación que la Conferencia Episcopal Católica usa en algunas ocasiones ya que en Suecia la nunciatura y la única residencia arzobispal se encuentran en Estocolmo.
Mientras, el resto de la delegación participará en otros almuerzos: uno organizado por el primer ministro en el Gran Hotel de Lund, donde participarán el secretario de EstadoVaticano , Pietro Parolin, y el presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Kurt Koch, y el nuncio, Henryk Josef Nowacki, entre otros. El otro, ofrecido por la Iglesia Luterana en la Universidad de Lund al que asistirán, entre otros, el presidente de la Conferencia Episcopal de los países escandinavos, Czeslaw Kozon, y el secretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Brian Farrel.
Tras su almuerzo en privado, Francisco se reunirá con la familia real sueca en el palacio de Kungshuset en Lund y en la catedral luterana celebrará una oración ecuménica. Después en el Palacio de Deportes, el Malmö-Arena, el Papa asistirá a los actos de la conmemoración.
La semana pasada, Francisco había asegurado que “Lutero dio un gran paso para poner a Dios en manos del pueblo”, en una entrevista publicada el viernes en dos revistas jesuitas de Suecia y del Vaticano.