El papa Francisco calificó de “verdadera sanguijuela” a quien “se enriquece con el trabajo en negro”, al tiempo que sentenció que “la explotación laboral es un pecado mortal”.
“Pensemos en la actualidad: en todo el mundo sucede lo mismo”, denunció, y ejemplificó: “-Quiero trabajar’ – ‘Bien. le hago un contrato de septiembre a junio. Sin la posibilidad de jubilación, sin seguro de salud”.
“En junio lo terminan y en julio y agosto (por las vacaciones estivales en Italia) debe comer aire. Y en septiembre se lo dan de nuevo. Los que hacen esto son verdaderas sanguijuelas, y viven de la sangre de las personas que se convierten en esclavos del trabajo”, afirmó Francisco.
“La explotación de las personas hoy en día es una verdadera esclavitud”, manifestó. “Esto es hacer morir de hambre a la gente para mi beneficio. Vivir de la sangre de la gente. Esto es pecado mortal”, sentenció.
Francisco criticó “cuando la riqueza se hacen con la explotación de las personas, los ricos que explotan, explotan el trabajo de la gente y la pobre gente se vuelve esclava”.
Desde que asumió su Pontificado, Francisco incluyó a la explotación laboral en lo que denominó “las nuevas formas de esclavitud” junto a la trata de personas y otros delitos.