Luego de encabezar su quinto Vía Crucis en el Coliseo romano, el Papa Francisco criticó este sábado la “burocracia paralizante que no permite que las cosas cambien” y denunció las consecuencias del “peso de la corrupción”, al oficiar en el Vaticano la misa por la Vigilia de Pascua en medio de fuertes medidas de seguridad en toda Roma.
“Si hacemos un esfuerzo con nuestra imaginación, en el rostro de estas mujeres podemos encontrar los rostros de tantas madres y abuelas, el rostro de niños y jóvenes que resisten el peso y el dolor de tanta injusticia inhumana”, dijo el Pontífice durante su homilía en la Basílica de San Pedro, refiriéndose a un pasaje bíblico que menciona a María y a María Magdalena.
En esa línea, Francisco expresó: “Vemos reflejados en ellas el rostro de todos aquellos que caminando por la ciudad sienten el dolor de la miseria, el dolor por la explotación y la trata”. El domingo, Jorge Bergoglio celebrará la misa de Pascua e impartirá desde el balcón central del Vaticano la bendición “Urbe et orbi”.
El mensaje se da en medio de la serie de reformas que el Pontífice impulsa para la Curia romana, que incluyen una nueva Constitución que reemplace a la vigente “Pastor Bonus” (de 1988) que Bergoglio prepara junto a su consejo de nueve cardenales asesores en el marco de otros cambios que apuntan a “desburocratizar” la Iglesia y aumentar su “sinodalidad”.
Francisco pidió aprovechar la Pascua para “hacer saltar todas las barreras que nos encierran en nuestros estériles pesimismos, en nuestros calculados mundos conceptuales que nos alejan de la vida, en nuestras obsesionadas búsquedas de seguridad y en desmedidas ambiciones capaces de jugar con la dignidad ajena”.
La Vigilia de este año se da en momento de extrema preocupación del Pontífice ante lo que él denomina la “tercera guerra mundial en pedazos” y para la que pidió esta semana a líderes mundiales “no responder a la violencia con más violencia”.
En esa línea, confirmaron fuentes vaticanas que habrá un gran llamado del Papa “por la paz y la no-violencia” durante su mensaje del mediodía del domingo, con especial énfasis en algunas conflictos que preocupan al pontífice, como Siria, Venezuela y “la península coreana”.
La celebración de Pascua coincidirá mañana con el cumpleaños 90 del papa emérito Benedicto XVI, por lo que Francisco visitó en la noche del jueves el monasterio Matter Ecclesiae en el que su antecesor vive, dentro del Vaticano, para felicitarlo. El anuncio lo hizo la Santa Sede, aunque no trascendieron fotos del encuentro entre ambos.
Además, la pascua se da sólo siete días después del doble atentado de la semana pasada en dos Iglesias cristianas de Egipto, donde murieron más de 40 personas en el país que el Pontífice visitará el 28 y 29 de abril.