Como era previsible, el aumento de los combustibles que se aplica desde el inicio del mes empieza a tener un “efecto dominó” y arrastra a los diferentes rubros, que comenzaron a “reacomodar” los precios. Es el caso de las panaderías, que aplicaron un 15% de incremento en el precio del pan, que ahora se sitúa, en promedio, en los 28 pesos por kilo.
En una recorrida por las principales panaderías de la capital provincial, se confirmó el nuevo precio del producto en sus formas tradicionales, como felipe, mignón, francés y galleta, que ahora se moverán en una franja que irá desde los 26 hasta los 30 pesos, salvo excepciones de algunos locales que ya llegan a cobrar 40 pesos.
En cambio, el resto de panificados -como las facturas y chipas- en general aún no experimentaron aumentos, aunque desde el sector advierten que en los próximos días se viene otra suba en los insumos, por lo que no se descarta un nuevo incremento de precios.
