¿EL olfato humano es tan eficaz como el de los perros?

Las personas pueden identificar millones de aromas distintos. El bulbo olfatorio también permitiría el desarrollo de emociones y recuerdos.

La ciencia derribó el mito sobre la superioridad del olfato de los perros en relación al del ser humano luego de la publicación de una serie de estudios científicos. El hombre es capaz de identificar hasta mil millones de olores distintos”, aseguró John McGann, profesor adjunto de psicología de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, y autor principal del trabajo, publicado por la revista Science.

El especialista señaló que existe “una antigua creencia” según la cuál para que una persona sea racional sus acciones no pueden estar dominadas por el olfato, percibido como puramente animal”. Sobre su origen, identificó en Paul Broca, neurólogo y antropólogo francés del siglo XIX al primero en acusar esta limitación -según él, errónea- para captar olores. Y también al padre del psicoanálisis, Sigmund Freud quién, según el científico, “se inspiró” en Broca para asegurar que la deficiencia olfativa en los humanos los hacía “más vulnerables” a las enfermedades mentales.
McGann explicó que el bulbo olfatorio humano “está tan desarrollado como en otros mamíferos y tiene un número similar de neuronas”. De esta manera, no solo se podría equiparar al humano con los perros, sino también con las ratas, que según el especialista, están “entre los mejores rastreadores” del reino animal.

El especialista se dedicó, durante 14 años, a trabajar sobre el bulbo olfatorio del ser humano, a revisar tanto las investigaciones existentes como los escritos históricos. Y en ellos descubrió, no solo que su reputación era mayor de la que se pensaba, sino que su rendimiento no es menor al de especies como los ratones. A partir de esa percepción, pudo determinar que su idea se replicaba en comparación con los perros y otros mamíferos.
En tanto, sostuvo que el concepto de la inferioridad olfativa humana también fue impulsado durante décadas debido a estudios genéticos que habrían demostrado que las ratas y ratones tienen genes que afectan a cerca del 1000 receptores sensoriales que se activan con los distintos aromas, contra alrededor de 400 en las personas. Pero lo cierto, según admitió, es que el bulbo olfatorio humano, que manda señales a ciertas partes del cerebro para identificar olores, es similar en cuanto al número de neuronas en relación con el de otros mamíferos.

Respecto al comportamiento de las personas, McGann sostuvo que la capacidad de sentir una amplia gama de olores puede ser muy influyente para el desarrollo de las emociones o o la memorización de recuerdos. La pérdida del sentido del olfato, que representa parte del proceso de envejecimiento de las personas podría derivar en problemas de memoria y enfermedades neurológicas como el Alzheimer o el Parkinson.