A la ansiedad antes del comienzo de la serie de Copa Davis en Pesaro entre Italia y Argentina se sumó un condimento extra e inmanejable: el mal tiempo. El pronóstico del clima se cumplió y desde la noche del jueves llueve con variada intensidad sobre la ciudad costera. En estas condiciones, se confirmó que el partido que abrirá el enfrentamiento, entre Federico Delbonis y el local Andreas Seppi, no va a arrancar hasta las 9 de la mañana de Argentina.
Luego de días en los que pareció que el calor iba a ser uno de los protagonistas de la serie, con las precipitaciones que comenzaron anoche vino una fuerte baja de la temperatura, que ahora se encuentra en valores cercanos a los 20ºC. Habrá que ver con el correr del día cuánto permite el agua que se juegue de los dos partidos previstos para hoy.
De acuerdo al programa previsto, Delbonis, single 1 del equipo de Daniel Orsanic, abrirá la serie frente a Seppi y a continuación Juan Mónaco jugará contra Fabio Fognini, sobre quien cabalgan buena parte de las chances del equipo de Corrado Barazzutti. Para mañana, desde las 10 de Argentina, Daniel Orsanic confirmó a Juan Martín Del Potro y Guido Pella en el dobles, mientras que los visitantes anunciaron una dupla que muy difìcilmente será la que salga a la cancha: Paolo Lorenzi y Marco Cecchinato.
Será difícil encontrar un escenario similar en la reciente historia argentina de Copa Davis: en el enfrentamiento ante Italia, tanto un 5-0 a favor como uno en contra se encuadrarían dentro de la lógica. Tal es la paridad de chances entre los jugadores de los dos equipos.
Para el primer partido de la serie, a Delbonis (40º del mundo) lo respaldan su buena actualidad -que incluye este año el título en el ATP 250 de Marrakech y el arribo a semifinales en Bucarest- y ser un especialista en polvo de ladrillo. Del otro lado, Seppi (52º) tiene como gran carta su enorme experiencia en Copa Davis: nada menos que 24 series en la mochila -Delbonis sólo suma las tres del año pasado, en las que perdió sus dos partidos como visitante-, con 20 triunfos y 17 caídas (17-15 en singles). El déficit del local radica en que su juego de golpes planos, bien pegado a la línea de base, se adapta mejor a las superficies rápidas y que en este 2016 navegó en la irregularidad, algo que lo hizo caer del puesto 29º con el que comenzó enero hasta su ubicación actual. “Voy a tener que tratar de jugarle alto y sacarlo del lugar en el que se siente cómodo”, explicó Delbo.
Mónaco (94º) encuentra motivos para esperanzarse con una victoria por el buen nivel con el que arriba a esta serie, algo que quedó evidenciado en los entrenamientos. Claro que aunque él insiste en que no toma como una revancha su choque con Fognini (36º), el recuerdo de la serie de Mar del Plata en la que el italiano le ganó con facilidad todavía está fresco. Eso sí: los momentos de ambos son bien diferentes a los que vivían en aquel entonces. Más allá de los problemas físicos que le restaron continuidad, el argentino llega con confianza por su rendimiento actual mientras que Fogna, dueño de un talento colosal pero irregular, muestra una pobre actualidad y perdió cuatro de sus últimos cinco partidos en el circuito.
Para el punto del dobles, es muy difícil definir a un favorito. Entre otras cosas porque es una incógnita la formación que presentarán los italianos: su ideal es Fognini-Seppi, pero dependerá de cuánto desgaste tengan en los partidos del viernes. Del Potro y Pella dan la ventaja de ser una dupla sin rodaje, aunque cuentan con emparejar las chances por la buena calidad de sus golpes, sobre todo el saque y la derecha de Delpo.
El programa del domingo a priori es con Fognini-Delbonis y Mónaco-Seppi, aunque dependerá en buena medida del estado físico de todos luego de los partidos de los dos primeros días. En cualquier caso, ni la eventual inclusión de Del Potro por el lado de Argentina ni la de Lorenzi en los locales alteraría demasiado una situación: la única certeza para esta serie en la ciudad de la música es que no hay certezas.