El lado B de “Panamá Papers”: los ricos que le ocultan dinero a sus parejas

El informe del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación desnudó numerosos casos de empresarios que crearon cuentas offshore para esconder la riqueza en el matrimonio.

El escándalo desatado por “Panamá Papers” posee innumerables aristas de análisis: la divulgación de los documentos de sociedades offshore gestionados por el bufete de asesores jurídicos Mossack Fonseca dejó en evidencia a políticos, empresarios y hasta deportistas. Muchas de las acusaciones estuvieron relacionadas a evasiones impositivas. Sin embargo, también saltaron a la luz casos vinculados a un factor inesperado por los investigadores: el amor. O mejor dicho, el desamor.

Según se pudo revelar en e-mails internos de Mossack Fonseca con sus clientes, algunos de los acusados crearon sus nuevas compañías con el único objetivo de mantener alejadas del dinero a sus parejas en el escenario de un supuesto divorcio.

Desde un empresario ruso, presidente de un club de fútbol y considerado “el rey de los fertilizantes”, hasta un magnate inmobiliario escocés, los documentos revelaron cómo el bufete ayudó a una parte de sus clientes a encontrar su “bala de plata”: mantener su dinero, residencias, yates y colecciones de arte fuera del alcance de sus cónyugues.

Las evidencias fueron publicadas en un artículo confeccionado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) titulado “Cómo se divorcia el 1%”. Allí se expusieron las estrategias de empresarios, hombres y mujeres, para mantener alejados de sus bienes a las parejas.

“Durante décadas, esposos (casi siempre hombres) solicitaron ayuda a Mossack Fonseca para proteger activos de futuros ex, según los archivos. Y Mossack Fonseca aceptó sin dudarlo mucho”, detalló el ICIJ.

Los Años Felices. El magnate inmobiliario Scot Young y Michelle, durante su casamiento en 1995.

Otros casos

En el Reino Unido también sonó con fuerza otro ejemplo de un magnate que ocultó su riqueza en sociedades offshore por temor a un futuro divorcio. Se trata de Scot Young, un empresario que se hizo multimillonario gracias al boom inmobiliario de la región en la década del 80 y que, antes de morir a los 52 años en 2014, realizó todas las medidas preventivas para impedir que su ex esposa, Michelle Young, pudiera exigir la mitad de su patrimonio.

La investigación de ICIJ destacó que Young tenía tantos bienes en compañías offshore que hasta costaba medir su fortuna real. Había creado compañías en Rusia, las Islas Vírgenes y el Principado de Mónaco.

La publicación de Panamá Papers aparece como un oasis para su ex esposa Michelle Young: su separación se dio en 2006, tras seis años de batalla legal. El trámite del divorcio había determinado que Michelle debía recibir una suma de USD 35 millones. Sin embargo, el escocés alegó en su momento que un negocio fallido con empresarios rusos lo había dejado en bancarrota y su ex no pudo ver ni una libra.

La propia Michelle Young gastó millones de dólares durante los años siguientes detrás de la búsqueda de la riqueza de su ex y el premio pareció encontrarlo de la manera menos esperada.“Encontrar el dinero escondido de tu marido es un deporte sangriento. Si no tienes los fondos como para hacerlo, estás muerta y enterrada”, declaró en su momento la mujer.

EL ESCOCÉS SCOT YOUNG ESCONDIÓ SU FORTUNA EN EMPRESAS OFFSHORE EN LAS ISLAS VÍRGENES, RUSIA Y EL PRINCIPADO DE MÓNACO

“Estas compañías y fundaciones offshore son un ejemplo claro de casos de encubrimiento de bienes”, sentenció Martin Kenney, uno de los periodistas ingleses integrantes del ICIJ.

El artículo también mencionó el caso de un empresario holandés, cuyo nombre no se divulgó, que especificó la intención de ocultar sus bienes antes de empezar los trámites de divorcio y el de una mujer: se trató de la peruana Marcela Dworzak, esposa del general Antonio Ibárcena Amico, amigo del ex presidente Alberto Fujimori. En 2000, Ibárcena fue condenado por enriquecimiento ilícito y, según se publicó en un e-mail interno de Mossack Fonseca, su esposa utilizó las empresas offshore “para proteger la propiedad que heredó de su familia ante un eventual divorcio”, ya que no quería que su marido tuviera conocimiento de ese bien.

Por: Joaquin Cavanna