La denuncia por encubrimiento en el caso AMIA que Alberto Nisman hizo poco antes de morir contra Cristina Kirchner quedó a cargo de Ariel Lijo: así lo determinó el sorteo realizado por la Cámara Federal porteña, tras el fallo de la Cámara de Casación Penal que ordenó reabrir la investigación.
No sólo esto, ya que Casación había decidido además apartar del caso al juez federal Daniel Rafecas, que desestimó la denuncia en dos oportunidades.