El juez Casanello ordenó que Martín Báez se quede en Buenos Aires

Es porque el hijo del empresario patagónico tiene otro procesamiento. Sus hermanos podrán permanecer en Santa Cruz.

La Justicia ordenó que Martín Báez, uno de los hijos de Lázaro Báez, permanezca en Buenos Aires y no en Río Gallegos como habían solicitado sus abogados. Por su parte, Leandro, Luciana y Melina, los otros hijos del empresario, deberán presentarse semanalmente en un juzgado de esa ciudad del Sur.

“Finalmente, a fin de evitar futuros planteos, corresponde aclarar aquí que la situación de Leandro, Luciana y Melina difiere mucho de la de Martín Báez, ya que éste último ha sido procesado en dos oportunidades”, puntualizó el juez Sebastián Casanello en su resolución.

El magistrado le impuso a los tres hijos de Báez que se pueden quedar en Río Gallegos que dentro de tres días deberán entregar sus pasaportes al juzgado e informar al tribunal el domicilio donde residirán. También tendrán que pedir autorización para mudarse o ausentarse de sus casas por más de 24 horas.

Martín Báez está en Santa Cruz. El próximo viernes, cuando tenga que notificarse ante el tribunal, ya no podrá volver a su provincia, hasta que la Justicia decida lo contrario. Tras dos pedidos, el defensor Rafael Sal Lari había conseguido la habilitación para que viajara a Río Gallegos para reencontrarse con su familia, principalmente con su madre. Casanello, ahora, revirtió esa decisión.

LA SITUACIÓN DE MARTÍN BÁEZ

Dentro de la causa de “la ruta del dinero K”, Martín es el hijo de Báez más complicado. Como el mayor de los varones, desde muy chico se convirtió en el hombre de confianza de su padre.

Es director en Austral Construcciones, presidente de la constructora Loscalzo y de Curto Construcciones SRL, director de otra constructora Kank y Costilla, socio junto a su padre en Valle Hermoso SRL. Es presidente del club Boca Río Gallegos, institución amadrinada por la expresidenta Cristina Kirchner y cuyas instalaciones fueron inauguradas por el expresidente de AFA, Julio Grondona.

En sólo dos años tuvo un crecimiento patrimonial exponencial: en 2013 había declarado tener bienes por $30 millones y hoy está procesado por introducir US$ 51 millones en una financiera.

UN ESCRITO CON DUDAS

Hace una semana, Martín Báez le presentó al juez Sebastián Casanello un escrito en su indagatoria en la causa por “la ruta del dinero K” en la que también están incluidos Lázaro y sus otros tres hijos. Allí se desligó de lo que habría hecho su padre, Lázaro, y sostuvo que no hay una sola prueba en su contra.

El joven empresario aseguró: “Desconozco los pormenores de las gestiones financieras e inmobiliarias que desarrollaba mi padre. Si bien es cierto que tengo alguna participación en empresas y algunos bienes (nunca los he negado) estas decisiones son expresión de la voluntad de mi padre frente a las eventualidades que le pudieran ocurrir a este, tal como sucede en todo seno familiar”.