Los Juegos Olímpicos no sólo generan admiración por los atletas que baten récords mundiales y superan sus propias marcas, sino que también despiertan la risa desde hechos curiosos en las distintas disciplinas.
Es el caso del remero kazajo Vladislav Kakovlev, participante en la categoría single scull, a quien en plena serie de repechaje se le dio vuelta su embarcación en la Laguna Rodrigo de Freitas.
Kakovlev había arrancado bien, pero en un momento se le zafó el remo derecho y, cuando intentó retomar el control del mismo, no pudo evitar terminar en el agua.
Estoico, el remero dio vuelta el bote y, más allá de haber protagonizado el vuelco más rápido de la historia del remo olímpico, continuó su marcha hasta llegar a la meta. Aunque, claro, está, muy lejos de los puestos de vanguardia.
Abrumado por la humillación, ya ni siquiera tuvo fuerzas para esgrimir el atenuante de que días antes lo mismo le había sucedido al doble serbiointegrado por Milos Vasic y Nenad Bedik, como hizo tras el primer involuntario “chapuzón”.