Un equipo de la Universidad Rice en Texas ha demostrado que el material podría ser clave para un nuevo tratamiento prometedor para las lesiones medulares graves.
Estudios anteriores han demostrado que el grafeno puede estimular el crecimiento de las neuronas, mientras que el polietilenglicol (PEG) se ha usado con un éxito limitado para curar las médulas espinales dañadas en animales.
A partir de esto, los investigadores de la universidad utilizaron sus conocimientos de química para combinar nanotiras de grafeno (deshiladas de nanotubos de carbono más grandes) con PEG para producir un material bautizado como Texas-PEG.
Lo más sorprendente de este nuevo material es que actúa como un “andamio conductor” mucho más potente, promoviendo que los dos extremos de una médula espinal seccionada se reparen y reconecten.
Y no se trata de un resultado teórico.
En un estudio en animales que involucró una rata con la médula espinal cortada, el tratamiento con Texas-PEG restauró alguna función en sólo 24 horas. Después de dos semanas, la misma rata estaba en buen camino hacia una recuperación completa, mostrando un “control motor casi perfecto.”
Aunque todavía estamos lejos de ver este tratamiento en pruebas con lesiones de médula espinal en humanos, no hay duda de que el potencial de Texas-PEG “es demasiado prometedor para ser minimizado”, explicaron los investigadores.
Actualmente, se ha hecho hay un gran trabajo por doctores, investigadores e ingenieros para restaurar la función de las extremidades paralizadas y mejorar la calidad de vida de los pacientes, incluyendo implantes, estimulación eléctrica, exoesqueletos y terapia de realidad virtual.
Y si aparecen tratamientos nuevos que pueden ayudar a reparar el daño en la médula espinal poco después de la lesión, tanto mejor.