El “GPS europeo”, listo para salir a competir

La Unión Europea espera activarlo a fin de año. Asegura que será mucho más preciso y seguro que el sistema estadounidense.

La Unión Europea está a punto de activar Galileo, el sistema de posicionamiento global europeo que quiere competir con el GPS estadounidense y hacer que Europa no dependa de la tecnología y los satélites de Estados Unidos. Casi 20 años y más de 10.000 millones de euros después, la Comisión Europea asegura que antes de fin de año podría estar operativo tras la puesta en órbita ayer de cuatro satélites.

Esos cuatro, y los 14 lanzados en los últimos años, suman suficientes para dar cobertura al sistema, aunque hasta 2020 se irán lanzando otros 12 para doblar su capacidad y la cobertura global sólo se alcanzará cuando haya 24 en órbita. Además del GSP estadounidense, Rusia con Glonass y China con Beidou tienen programas menores.

El ejecutivo europeo asegura que Galileo es mucho más preciso que el GPS estadounidense. En cuanto se active, que podría ser antes de finales de año, el sistema ya podrá ayudar en operaciones de rescate, servicios de emergencia y actividades de fuerzas policiales.

En 2020, cuando opere con toda su capacidad, deberá servir para mejorar la circulación por carretera y las señales de teléfonos celulares. Europa le ve usos tan dispares como potenciar la investigación y el desarrollo de tecnologías que puedan usar sus servicios hasta hacer más segura la circulación ferroviaria.

Construidos por la empresa alemana OHB-System en Munich, los satélites –a 30 millones de euros por cabeza- y la tecnología del sistema permiten que Galileo sea mucho más preciso que el GPS, localizando objetos con una precisión extrema de centímetros. La versión comercial de GPS localiza con un margen de error de unos 10 metros y, según la Comisión Europea, tendrá menos cortes que el GPS actual cuando lo usen autos que transitan, por ejemplo, por túneles.

Bruselas también explica que los satélites están colocados a 23.222 kilómetros de altura, muy por encima de los de GPS. Esa distancia hace que puedan localizar en tiempo real barcos en peligro, un servicio que GPS no puede dar. También servirá, porque hace dataciones de milésimas de segundo, para identificar el momento exacto de un accidente de autos, una tecnología que ayudará a las aseguradoras y a los servicios de socorro.

El sistema europeo tiene además la novedad de que sus señales pueden ser verificadas para evitar pirateos e interferencias, una tecnología que no tiene GPS y que permitirá su uso en actividades policiales y militares. La Comisión Europea espera que además de las aplicaciones al ciudadano a través de su smartphone y las típicas para la navegación de autos, sirva para dar servicios a otros servicios de transporte, explotaciones agrícolas, empresas energéticas o de logística y hasta bancos.

La precisión de Galileo es además un salto tecnológico para las automotrices, que podrán avanzar en el desarrollo de los autos autónomos –sin conductor- con una tecnología mucho más precisa que el GPS.