El gobierno pretende frenar los femicidios con pulseras electrónicas

Lo anticipó ayer la ministra Bullrich. Buscan controlar así las restricciones de acercamiento. En la Ciudad ya hay un hombre que las lleva.

Tras los femicidios de Entre Ríos, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich reconoció ayer que la violencia de género “es un tema muy grave” y adelantó que se lanzará un sistema para proteger a las víctimas, a través de pulseras o tobilleras electrónicas.

“Se están licitando en el Ministerio de Justicia unos aparatos que van a ser de dos puntas, es decir, la víctima va a tener un teléfono y el victimario va a tener una pulsera que no se la va a poder sacar. De esa manera, cuando esté a una distancia determinada va a sonar una alarma en el 911, entonces inmediatamente va a ir un patrullero o quien esté más cerca”, contó Bullrich a radio La Red. “Esto se ha implementado en España, y ha dado muchísimos resultados. También se está utilizando en Uruguay”, agregó.

En la Ciudad, ya hay un caso. Un hombre de 35 años lleva una tobillera electrónica desde el 5 de septiembre. Hacía 7 años que estaba en pareja con la mujer que lo denunció por sus reiterados ataques. La Justicia le impuso una restricción de acercamiento de 1.000 metros y el uso de la tobillera.

“Permite tener un alerta. Cuando dos personas que no pueden tener una cercanía se están acercando, eso se marca en un tablero e inmediatamente se va y se busca a la persona”, agregó la ministra, que no precisó cuándo el sistema se lanzará masivamente.

El mecanismo funciona de la siguiente manera. Los hombres obligados por la Justicia a cumplir con una restricción de acercamiento deberán usar una tobillera, que es parecida a un reloj con un rastreador satelital GPS que reportará permanentemente su ubicación. Por otro lado, la mujer recibirá un dispositivo similar, parecido a un celular pequeño, que también informará su ubicación y funcionará como botón antipánico. El tercer actor que entra en juego son los centros de monitoreo policiales, dependientes de cada provincia, encargados de vigilar en forma permanente que se cumpla la distancia fijada por la Justicia.

El nuevo sistema controla al hombre violento, con lo que le quita el peso a la mujer de ser ella misma quien se cuide, que es lo que ocurre hoy con los botones antipánico que, además, no suelen tener buena señal y muchas veces no funcionan. “El problema que tenemos es la forma de prevenir. A la mujer se le da un botón antipánico, pero está encerrada en su casa. Y cuando lo toca ya puede ser tarde”, reconoció Bullrich.

Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, avaló el sistema. “Hasta ahora las medidas cautelares son un papel y el control es difícil. Las tobilleras van a ser un paso adelante. Va a ser automático: se le va a tener que colocar la tobillera al agresor junto con la restricción de acercamiento. No puede negarse y si lo hace, se lo declara en rebeldía”, dijo.