El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, advirtió este miércoles que las Fuerzas Armadas y los trabajadores venezolanos tomarán las empresas que acaten el llamado a huelga general que hizo la oposición para presionar por la salida del poder del presidente Nicolás Maduro.
“Lo conversé con el presidente, empresa que se pare, empresa tomada por los trabajadores y la Fuerza Armada”, aseguró Cabello, diputado y presidente del gobernante partido socialista, en su programa de televisión de los miércoles.
Tras la “Toma de Venezuela” que se llevó a cabo este miércoles -una multitudinaria protesta en todo el país que dejó un policía muerto, más de 120 heridos y 147 detenidos-, los principales dirigentes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocaron a una huelga general de 12 horas para el próximo viernes.
EL 3 DE NOVIEMBRE, LA OPOSICIÓN MARCHARÁ AL PALACIO PRESIDENCIAL
La oposición anunció además que con su mayoría en el parlamento declarará al presidente en “abandono del cargo” y que se lo “notificará” en una marcha al palacio presidencial de Miraflores, en el casco histórico de Caracas, el 3 de noviembre.
“No hay vuelta atrás, vamos a ver cómo son las cosas (…). Aquí no vamos a permitir bochinche y usted verá, señor empresario, si le sigue parando (poniendo atención) a estos locos o decide trabajar junto al gobierno por esta patria”, agregó Cabello.
El oficialismo acusa a los empresarios de estar del lado de la oposición de “derecha” e intentar desestabilizar al gobierno de Maduro con una “guerra económica” que genera desabastecimiento y malestar popular.
La crisis política llegó al tope con la suspensión hace una semana del proceso de referendo revocatorio, mientras parece complicarse cada vez más el diálogo político con intermediación del papa Francisco.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que tiene alto poder económico y político, ha declarado su “lealtad incondicional” a Maduro en toda esta crisis, lo que ha sido fustigado por la oposición que le recuerda su deber constitucional de no deliberación en cuestiones políticas.