El próximo viernes, si no ocurre ningún contratiempo, la Argentina estará en condiciones de pagar USD 11.500 millones a los holdouts que no ingresaron en los canjes de la deuda luego de colocar USD 15.000 millones en mercados internacionales. “Es lo que nos falta para salir definitivamente del default”, ha manifestado recientemente el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Sin embargo todavía queda latente el peligro de los “holdouts fantasma”.El primer interrogante que se plantean los analistas del mercado financiero es si con este pago el Gobierno cancela el total de la deuda con los holdouts. La respuesta unánime es que no. Los datos del equipo económico indican que hasta ahora la Argentina tiene cerrados acuerdos por un total de USD 8500 millones frente a una estimación de deuda total sin reestructurar de 11.500 millones.. Eso indica que quedarían fuera unos 3000 millones de dólares. En la jerga financiera, esos bonistas son conocidos como “fatansmas”.
En el equipo económico calculan que hay unos USD 1.000 millones que nunca serán reclamados. Son bonos que forman parte de un remanente de titulares que en algunos casos fallecieron y en otros quizás perdieron sus títulos o ni siquiera saben que los tienen. De concretarse la estimación oficial, quedarán fuera del acuerdo USD 2.000 millones.