Nueve de cada diez mujeres –y ni las más delgadas y atléticas se quedan fuera de la estadística– tienen que hacer frente, en algún momento de sus vidas, a la celulitis, una afección estética que está relacionada con la acumulación de tejido adiposo bajo la piel hasta que esta adquiere su peculiar aspecto de piel de naranja. Los muslos, las caderas y las nalgas son las zonas que suelen verse más afectadas, lo que resulta especialmente molesto con la llegada del verano y, con este, de los pantalones cortos, biquinis y bañadores.
Existen numerosos tratamientos destinados a paliar sus efectos: desde el láser y el bisturí a otros mucho menos invasivos, como pastillas o cremas, pero aún se está a la espera de la aparición de una solución milagro que efectivamente logre erradicarla definitivamente. Tampoco hay que perder de vista que, aunque la celulitis como tal no es una enfermedad, sí hemos de tomar precauciones y deberíamos consultar a un especialista antes de abordar cualquier procedimiento que no consista en decantarse por los masajes, una alimentación equilibrada y ejercicio físico.
Uno de los últimos avances médicos que se han realizado en este campo recibe el nombre de Cellfina, y, según se apunta en su sitio web en español, “es el único procedimiento mínimamente invasivo aprobado por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) que ha demostrado ser clínicamente eficaz para mejorar la apariencia de la celulitis durante al menos un año” tras su aplicación.
El procedimiento Cellfina se basa en que los antiestéticos hoyuelos propios de la celulitis puedan llegar a aplanarse realizando cortes en las bandas de fibra que conectan la piel con la grasa. Funciona con un aparato de un tamaño similar a un smartphone. El médico marca cada hoyuelo, a los que se aplica lidocaína para anestesiar la zona, y después va presionándolos con un succionador mientras mete bajo la superficie de la piel un pequeño instrumento que se encarga de hacer cortes para liberar las bandas de tejido conectivo. El objetivo es aplanar la piel. El proceso dura entre 45 minutos y 1 hora y explican que apenas cuenta con efectos secundarios, salvo algunas molestias y hematomas “que desaparecerán a los pocos días de realizar la intervención”.
El doctor Michael Kaminer, profesor clínico asociado de Dermatología en la Escuela de Medicina de Yale y que participó en los estudios iniciales que condujeron a la aprobación de este tratamiento por parte de la FDA, ha explicado al sitio web LiveScience que una encuesta realizada entre las primeras 55 mujeres que se sometieron al procedimiento reveló que el 94% de ellas se mostraban satisfechas un año después de ser intervenidas.
De momento este procedimiento anticelulítico Cellfina no está disponible en España, aunque ya se está extendiendo en clínicas estadounidenses. En cuanto al precio, explican que puede variar desde los 3.000 a los 6.000 dólares (aproximadamente, entre 2.650 y 5.300 euros), dependiendo de cada caso.
Pero ¿estaremos realmente ante un método definitivo para erradicar la celulitis? Solo el tiempo lo dirá, ya que los especialistas apuntan a que para llegar a una conclusión más sólida sobre la eficacia de Cellfina son necesarios más estudios, con una muestra más amplia de mujeres que se hayan sometido al procedimiento y a las que se deberá hacer un seguimiento a largo plazo para comprobar el efecto que el tratamiento ha tenido en ellas