Hace poco más de dos años el por entonces gobernador, Maurice Closs, había expresado públicamente que de la problemática de embarazo adolescente en Misiones había que hablar sin hipocresías y comprometerse desde cada sector, incluyendo a la iglesia.
En ese momento la provincia mantenía uno de los índices más altos del país, de alrededor del 22 por ciento. Los datos otorgados por fuentes del Ministerio de Salud Pública, exhibían no solo el problema del embarazo a temprana edad, niñas – jóvenes de 13, 14, 15 años, sino el padecimiento que sufrían en sus hogares y el entorno que las encerraba. Casos de violencia, abusos, maltratos, flagelos que encontraban en el embarazo la puerta de escape a esa realidad que no buscaron. Pero lejos de ser una solución, esas niñas se encontraban con que debían hacerse cargo solas de ese futuro hijo, y muchas de ellas abandonaban la escuela, o debían aceptar trabajos en contra de su voluntad para criarlos. Este es precisamente el abordaje integral en el que se trabaja desde el gobierno provincial para comenzar a dar los primeros pasos en el tema y evitar más casos como los que se repiten con más frecuencia de lo que se cree.
El común denominador de las niñas madres es la falta de educación y por ende de educación sexual y las condiciones socioeconómicas desfavorables. A mediados del año pasado, el gobernador, Hugo Passalacqua, encargó a una organización que no depende del Estado, un trabajo exhaustivo con cifras reales y precisas y un diagnóstico claro como funcione como hoja de ruta para comenzar el trabajo articulado entre varias áreas que ayude a revertir estos altos índices.
“El embarazo adolescente es el indicador que nos interpela y nos preocupa, como Gobierno y como sociedad”, había dicho el mandatario quien agregaba que “la complejidad del tema y las variables que interactúan ante una realidad que golpea, es amplia e involucra no a un Gobierno sino a un Estado, del que participan todos los sectores”.
De acuerdo a fuentes consultadas, ese trabajo ya está en manos del Gobernador, y aunque no dejaron por el momento trascender detalles, según pudo averiguar este medio, ofrece un enfoque que abarca aspectos como la salud, educación, condiciones sociales, económicas y familiares. Además se formó una nueva base de datos, se hizo un análisis de cómo se debe comunicar la problemática y pone el acento en las expectativas de desarrollo de las jóvenes y su entorno.
Consultado, el jefe del Departamento de Obstetricia del Hospital Madariaga, Magno Ibáñez, se refirió al tema, y expresó: “nosotros no somos ajenos al problema, un 25 por ciento de la población está dentro de este rango, de madres adolescentes, cada año entre 200 a 400 madres con menos de 18 años dan a luz y tanto es así que desde el hospital tratamos de preparar un espacio especialmente acondicionado para aquellas menores que dan a luz, y les brindamos contención desde el primer momento que se acercan al nosocomio, e inclusive después del nacimiento, para que la madre se sienta acompañada”.
JM