Agustín Rosa, el fundador del Instituto Religioso Discípulos de Jesús San Juan Bautista, fue trasladado desde la clínica privada Santa Clara de Asís donde permanece internado por su estado de salud. El cura acusado de abuso sexual declaró ante la fiscal de la Unidad de delitos contra la integridad, Luján Sodero Calvet. En el despacho se declaró inocente y solicitó la prisión domiciliaria. “Ahora me estoy enterando de las acusaciones”, le dijo a la prensa antes de la indagatoria.
El médico legal del Poder Judicial de Salta autorizó su traslado ante los tribunales para saber si será imputado por los delitos de los que se lo acusa. Él y otros sacerdotes de la congregación tienen dos denuncias penales y 25 canónicas que incluyen abuso sexual de menores, corrupción económica y enriquecimiento, violencia psicológica y reducción a la servidumbre.
“Confío en la gracia de Dios y nada más”, dijo Rosa al entrar a la fiscalía. Antes, en una entrevista con TN.com.ar , negó conocer alguna acusación de abuso sexual de menores. “No sé quién pudo haber dicho eso porque nunca fui acusado”, sin embargo admitió conocer a Yair, uno de los denunciantes. “La Justicia nunca me preguntó nada”. De los cargos formulados por la exmonja Valeria, dijo lo mismo: “Pregúntele a ella”, se atajó.