Massimo Bottura es uno de los chefs más famosos e influyentes del mundo. Lo pudimos ver en un capítulo de Chef´s Table en Netflix mostrando cómo revolucionó las bases de la cocina italiana con su restaurante Osteria Franciscana, en Modena, donde una cena puede arañar los 1000 dólares. Es carismático, talentoso y excéntrico: escribió un libro que se llama “Nunca confíes en un chef italiano delgado”, ya logró las 3 estrellas Michelin (la máxima aspiración de cualquier cocinero) y su restaurante quedó en el puesto número 1 en el ranking Fifty Best Restaurants.
Son pocos los que podían acceder a sus platos. Hasta ahora. Porque Bottura lidera un proyecto social en Río de Janeiro, donde cocinará para miles de personas en situación de calle, mientras duren los Juegos Olímpicos. Promete servir 5 mil platos por día.
El local temporario que tendrá en Río se llama Reffetorio Gastromotiva y comenzará a funcionar a partir de la semana que viene en el barrio bohemio de Lapa. Bottura recibirá las toneladas de comida que se desperdician en la Villa Olímpica -porque no se usa, porque sobra, porque se termina echando a perder- y las transformará en platos deliciosos y creativos para las personas en situación vulnerable, que irán siendo invitadas por distintas ONGs.
Lo acompañarán en la aventura el chef brasileño David Hertz y la periodista de Fohla de São Paulo Alexandra Forbes. El restaurante contará con muebles de diseño y con ambientación especial a cargo de artistas locales.
¿El objetivo? Combatir la malnutrición, el desperdicio de alimentos y la exclusión social. Desde la semana que viene, en plenos Juegos Olímpicos.