A finales del siglo xvii, René Sel y Charles Duquet desembarcan en Canadá, conocido entonces como Nueva Francia, para cortar madera en durísimas condiciones en las tierras de un despótico colono francés. Mientras Duquet cae enfermo y escapa de esa «esclavitud» para dedicarse al comercio de pieles y, finalmente, a la explotación maderera, René, sensible a su entorno y unido a una india mayor que él, se queda en la plantación y sobrevive a su «amo». Pese a que los destinos de ambos se anuncian trágicos, sus sucesores, a lo largo de tres siglos, seguirán ligados a lo que —cuando sus antepasados llegaron— eran unos bosques sin límites, aparentemente inagotables. El bosque infinito sigue a estos intrépidos descendientes hasta la actualidad, en un viaje a través de Norteamérica, Europa, China y Nueva Zelanda: una aventura llena de peligros y venganzas, en una novela que explora no sólo las relaciones entre los pueblos, sino también la implacable destrucción de la riqueza que encontraron los primeros colonos.
“El bosque infinito” de E. Annie Proulx
Una trepidante epopeya que recorre tres siglos de venganzas, infamias y aventuras, con la explotación maderera como telón de fondo