El Banco Central volvió a recortar las tasas de interés, está vez en 75 puntos básicos para llevar la misma a 31,50% para el corto plazo. Durante mayo el Central comenzó a recortar su tasa de política, destacando la menor inflación subyacente que reportaron CABA y San Luis para abril. La recortó 375 puntos básicos. En marzo y abril había decidido no recortarla, señalando entonces que la inflación no mostraba un descenso compatible con sus objetivos. En lo que va de junio ya había recortado las tasas 200 puntos básicos más, aunque ahora enfatizando que las expectativas de inflación se mantienen ancladas en torno a 1,5% mensual para el mes de septiembre. Con la baja de este martes, ya lleva 6,5 puntos desde el pico de 38% a la salida del cepo cambiario.
La autoridad monetaria dice que de ahora en más también seguirá la medición nueva que hace el Indec con el índice para el Área Metropolitana de Buenos Aires. Dada su mayor cobertura. “El Banco Central lo utilizará como parámetro para evaluar el proceso de desinflación y los resultados de su política monetaria, mientras no exista un índice de inflación de cobertura nacional”, acotan. En comparación con el mes de abril, en mayo ese índice registró un aumento de precios del 4,2%, promedio ponderado de una inflación núcleo de 2,7% y una variación de 8,7% y 4,3% en precios regulados y estacionales, respectivamente.
De todas maneras, la autoridad monetaria seguirá utilizando otras informaciones, públicas y privadas, para monitorear la inflación. La semana pasada se conocieron también los precios medidos en la Ciudad de Buenos Aires, que aumentaron 5%, con un 3,3% de inflación cuando se dejan de lado precios regulados y estacionales. En Córdoba, la inflación total de mayo fue 4,6%, y 3,8% la subyacente.
“La política del Banco Central durante el período de desinflación consiste en fijar una tasa de interés real esperada que resulte suficientemente positiva, como para que la inflación se reduzca al ritmo buscado, que, de acuerdo al plan de Política Monetaria presentado por el BCRA en abril, implica arribar al último trimestre con tasas mensuales de inflación del 1,5% o menores”, explica la autoridad monetaria.
A fin de determinar la tasa de política monetaria, “el Banco Central proyecta la marcha esperada de los precios, enfocándose principalmente en los factores de tendencia”.
“Para evaluar el sesgo de la política monetaria, la tasa de interés nominal para cada plazo debe compararse con la inflación proyectada para el correspondiente período. En particular, durante un proceso de desinflación, la principal tasa de referencia (en este caso, la Lebac a 35 días) debe compararse con la tendencia esperada de la inflación para ese mismo período (descontando toda clase de factores transitorios), y no con la inflación esperada a 12 meses, puesto que se espera que la inflación y las tasas de interés nominales caigan con el correr del tiempo”, continúa la entidad comandada por Federico Sturzenegger.
Teniendo en cuenta toda la información disponible, incluyendo informes públicos y privados de alta frecuencia, el BCRA juzga que durante el mes de junio “la tendencia de desinflación continúa en el sendero que conduce a sus objetivos de este año”.
El incremento de la inflación núcleo de mayo de la Ciudad de Buenos Aires “no es suficiente para alterar esa visión, en presencia de otros indicadores robustos que revelan una desaceleración para este mes de junio”. Los relevamientos de expectativas de inflación de consultoras, en tanto, prevén para el resto del año una desinflación similar a la que busca el Banco Central, proyectando niveles cercanos al 1,5% mensual en el último cuatrimestre, dice el Central.
En este contexto, el BCRA decidió reducir su tasa de política monetaria, la Lebac de 35 días, en 75 puntos básicos, al 31,5%, para no acentuar el sesgo contractivo de su política monetaria. Al mismo tiempo, redujo las tasas de pases pasivo y activo en 75 puntos básicos, a 27,25% y 36,25% respectivamente para operaciones a un día y a 28,25% y 37,25% para el plazo de siete días.
Con todo, la autoridad monetaria considera que en la medida que “la inflación alcance cifras más bajas debe ser especialmente cauteloso para mantener su sesgo antiinflacionario. Las decisiones de política monetaria seguirán buscando una tasa de interés real esperada positiva, que dé lugar a la desinflación pautada”.
El efecto monetario de la licitación fue expansivo en $31.357 millones, lo que fue parcialmente compensado por una absorción por operaciones en el mercado secundario durante la última semana por $19.664 millones, dando como resultado un efecto expansivo neto por operaciones de Lebac de $11.692 millones.