Los padres debemos proteger a nuestros hijos de los peligros y amenazas que los rodeen, pero ser excesivamente protectores puede hacer que tu hijos se acostumbre a depender de los demás para resolver sus problemas. De hecho, ese equilibrio que no es tan fácil de encontrar origina muchos de los problemas psicológicos que se desarrollan en la edad adulta, así como la falta de madurez para enfrentarse a situaciones complejas cuando se deja de ser un niño. Es por eso que es fundamental que aprendas a criar a tu hijo sin sobreprotección.
Cuando sobreproteges a tu hijo impides que se enfrente a los retos de su día a día. Lo ideal es permitir que los afronte por si mismos y así aprende a confiar en su capacidad de solución y aumente su autoestima. No se trata de dejarle que lo haga todo solo, o ver que va a caer sin salvarlo. Se trata de ser capaz de estar ahí para cuando te necesite, pero sin convertirte en esa persona que le saca siempre las castañas del fuego. Sacar las tienen que sacar ellos, pero si se queman, estarás ahí para consolarles. ¿Te parece complicado?
Pero, ¿cuál es la diferencia entre proteger y sobreproteger?
A veces no nos resulta sencillo saber cuando estamos sobreprotegiendo a nuestros hijos. Nuestra función como padres consiste en servir de guía y educarlos hasta que ellos aprendan a defenderse por si mismos. Debes dejar que tu hijo haga las cosas por si mismo siempre bajo tu supervisión sin forzarlo a realizar algo para lo que aún no se siente capacitado. Lo ideal es que vaya asumiendo responsabilidades según vaya creciendo, por eso debes comenzar a enseñarle a vestirse y asearse solo. También es fundamental que le enseñes a ser ordenado y que recoja su ropa, sus juguetes, las cosas del colegio una vez que ya ha terminado de usarlas. Lo importante en este sentido, es que dejes que lo haga el aunque al principio sea un poco torpe haciendo los nuevos retos a los que se está enfrentando. Permítele que cometa errores porque los errores forman parte del aprendizaje.
Los niños aprenden a ser independientes y responsables poco a poco, por eso debes apoyar sus pequeños avances. Cada niño es distinto y también desarrolla sus capacidades de forma distinta. El aprendizaje es un proceso personal donde cada niño va a su ritmo. Un ejemplo claro de esto lo tenemos en el momento en que un niño empieza a pronunciar las primeras palabras o empieza a caminar, cada niño lo hace cuando se siente preparado para ello sin importar que unos lo hagan antes y otros después.
Consejos para que tu hijo aprenda a ser independiente
- La mejor manera de enseñar a tu hijo a ser independiente es enseñarle a hacer cosas y no ocuparte nunca de las cosas que pueda hacer por si mismo aunque al principio no las haga muy bien.
- Observa a tu hijo, así sabrás perfectamente si puede hacer las cosas por si solo o si tienes que ayudarlo
- Antes de que se enfrente a un nuevo reto o tarea, explícale como hacerlo y aconséjalo al principio hasta que aprenda a hacerlo solo
- No estés siempre pendiente de tu hijo para evitar que cometa errores, los errores son parte del aprendizaje y le enseñaran a confiar en si mismo y a madurar.
- Enséñale a tomar pequeñas decisiones y a ser responsable de sus actos.
- Ayúdale cuando lo creas necesario, pero nunca trates de hacer las cosas que debe hacer el.
- Enséñale a tener fe en si mismo, si el sabe que tu crees que puede hacerlo, se esforzará y lo conseguirá
- Trata de servirle siempre de ejemplo
Los niños independientes desarrollan una buena autoestima y confían en sus capacidades para resolver sus pequeños problemas. Cuanto más autónomo sea tu hijo de pequeño, más responsable y seguro será en su edad adulta. Y esto será una lección que le ayudará a salir con más facilidad de los problemas a los que lamentablemente le tocará enfrentarse. ¿Conocías estos trucos para potenciar la independencia de tus hijos y así hacer que crezca mucho mejor?