No alcanza con separar la basura, andar en bici, no usar ropa de cuero o comprar vegetales orgánicos dos veces por semana en el mercado. Hay personas que se están comprometiendo con el medio-ambiente desde la cama. Son los que practican el eco-sex (sexo ecológico), una alternativa que fomentan organizaciones como Greenpeace y algunos sexólogos naturistas.
El mercado alimenta la tendencia con una batería de productos eco-friendly, entre los que se cuentan preservativos veganos, vibradores de cristal o que se alimentan con energía solar, lubricantes y velas fabricados con ingredientes orgánicos y hasta látigos de cuero ecológico. “Lo bueno del ecosexo es que uno toma conciencia del cuidado del propio cuerpo y del planeta. En este sentido, también recomiendo la copa menstrual en lugar de toallas higiénicas femeninas. Genera menos residuos”, dice Sandra Magirena, médica ginecóloga y sexóloga clínica, consultada por Perfil.
Los sexólogos también sugieren hacer el amor en ámbitos más naturales, que estimulen otros sentidos más allá de la vista y el tacto. Y utilizar juguetes sexuales que no tengan PVC o tengan bajos niveles de este plástico denunciado por liberar tóxinas nocivas durante su elaboración. “El juguete sexual tiene que ser saludable para el cuerpo humano. No debe contener sustancias tóxicas”, agrega Magirena.
Hace algunos años Greenpeace México publicó una guía, que funciona como un manifiesto para quienes quieren obtener placer dañando lo menos posible el medioambiente. Entre las sugerencias, por ejemplo, se encuentran:
-bañarse en pareja y tener sexo con la luz apagada (o con velas: ojo, siempre que estén elaboradas con parafina ecológica o cera de abeja, no con petróleo o grasa animal);
-usar solo frutas orgánicas como afrodisíaco: alguna de las que recomiendan son las frambuesas, las frutillas, el mango y algunas más raras como el guaraná o la zarzamora;
-apelar a la lubricación natural o, en su escasez, a aceites esenciales o jabones biodegradables. Los lubricantes de laboratorio están repletos de químicos y siliconas;
-usar lencería 100% de algodón: nada de lycra, látex o fibras artificiales.
Apps y libros
La tendencia se refleja también en la tecnología. Es más, hay “tinders” especiales dedicados exclusivamente a “solteros verdes” que buscan una pareja con el mismo compromiso ecólogico. PlanetEarthSingles.com, por ejemplo, ya tiene más de 85 mil usuarios y organiza retiros en eco-lodges.
También hay libros y manuales dedicados al tema. Eco Sex, de Stefanie Iris Weiss, se vende como “una guía para excitarte tanto sexual como ecológicamente”. La escritora y política españala Begoña García también publicó un libro sobre el tema, en el que cuenta en primera persona cómo hizo para aplicar las famosas tres R -reducir, reutilizar y reciclar- en su vida sexual.