Es un concreto muy eficaz sobre todo en la eliminación de óxidos de nitrógeno (NOx), compuestos orgánicos volátiles (COVs) y material particulado (PM). Es una tecnología limpia que lo único que necesita para funcionar es la luz del sol.
Combate la contaminación mediante un proceso similar a la fotosíntesis de las plantas gracias al mecanismo de reacción fotoquímica que presentan aditivos como el TiO2 (óxido de titanio). Esta compuesto de dos capas, en su lado más superficial incorpora un potente catalizador que se activa con la luz solar, convierte los contaminantes en nitratos y carbonatos que son transportados por la lluvia y el viento hasta que llegan a la vegetación, donde se eliminan. La otra capa aporta las propiedades que una losa de hormigón tiene que cumplir para resistir las pisadas.
Está garantizado por 25 años. Puede lograr una rebaja aproximada del 60% los óxidos de nitrógeno y un 50% las partículas en suspensión. Está fabricado en un 30% con material reciclado procedente de residuos de la construcción y de la industria.
Tienen una cantidad de acabados y colores bastante amplia, adaptable a cualquier lugar o uso.