El papa Francisco formuló dos críticas a la cultura política de América latina, durante el viaje que lo llevó de regreso a Roma tras una gira de tres días por el Cáucaso.
Primero planteó como ejemplo que en la región “hay países que son muy politizados pero que no tienen cultura política”.
Además, tras plantear su convencimiento de que “el pueblo es soberano” criticó los intentos de algunos países para reformar las constituciones.
“Estamos habituados a ver más las formas democráticas que la soberanía del pueblo pero deben ir juntas”, observó.
“Se crea un hábito en algunos continentes de cuando se termina el segundo mandato el gobierno busca cambiar la constitución para intentar buscar un tercero, y esto es sobrevalorar la así llamada democracia contra la soberanía del pueblo que está en las constituciones”, criticó luego sin referirse explícitamente pero recordando una usanza extendida en el continente.