De productor radial de un programa económico pasó a ser conductor, referente del stand up porteño, productor teatral; la carrera de Diego Scott cambió mucho desde que trabajaba con Enrique Szewach en el mismo edificio que lo hacía Fernando Peña. Ahora está en Pucha -viernes y sábados en el Paseo La Plaza- y al frente de Nos estamos conociendo, junto a María Julia Oliván por Radio Nacional, de lunes a viernes de 14 a 17.
En una entrevista con La Nación, le preguntaron cuándo iba a estar a cargo de la conducción de la entrega de los premios Martín Fierro, como suele pasar en Estados Unidos que los comediantes son los anfitriones de los grandes eventos. Para él, eso es difícil que pase porque los productores y organizadores prefieren ir a lo seguro: “En la Argentina reina la tiranía del famoso, lo tenés que estar en todos lados, para jugar, para conducir, para todo, y eso impide que se descubra gente nueva”.
“No estoy pidiendo que nadie me descubra”, aclaró Scott: “Hay muchos talentosos que vale la pena conocer, pero en la tele se cerró la persiana y quedaron los que quedaron”. El humorista mencionó a la radio como un espacio en el que se le da “más posibilidades a desconocidos”: “Bueno, hasta ahí, ser famoso garpa en todos lados y siempre están las mismas caras”.
Cuando arrancó con Nos estamos conociendo, pudo sacarse un prejuicio que tenía sobre Radio Nacional. “Tenía miedo de entrar a un lugar gris de dependencia pública y la verdad que no lo es. Está bien mantenida, con mucha gente que labura bien”. aseguró y lo comparó con las radios privadas donde “cada vez es menos la gente que tenés para armar un equipo”. ¿El aspecto ideológico era algo que le preocupaba? “No. Hago radio desde 1996, no ahora porque me contrató el Estado. No lo siento como condicionamiento. Y no me afecta si alguno por ahí dice que ahora soy macrista por esto”.
