La Justicia de Ecuador aceptó una solicitud de detención en contra de Rafael Correa y pidió su extradición de Bélgica, donde vive junto a su familia. El ex presidente es investigado por el secuestro del ex asambleísta, Fernando Balda.
El fiscal Paúl Pérez fue quien solicitó que se ordene la captura del ex mandatario y exigió que se lo somete a prisión preventiva. La Corte Nacional de Justicia de Ecuador aceptó el pedido y le solicitó a Interpol que efectúe el arresto internacional.
El ex jefe de Estado debía presentarse ante este organismo cada 15 días pero optó por acudir al Consulado de Ecuador en Bélgica. Allí solicitó que se dejara constancia de su visita. Sin embargo para la Justicia no fue suficiente.
La investigación que pesa sobre Correa se originó a raíz del intento de secuestro de Balda, quien fue un duro crítico del gobierno del entonces presidente ecuatoriano: lo acusó de estar vinculado a diversos actos de corrupción.
Unos meses después, Balda se refugió en Colombia, donde un grupo de hombres intentó secuestrarlo sin éxito en agosto de 2012. La investigación determinó que tres agentes de inteligencia de la Policía ecuatoriana había contratado a delincuentes, ahora en prisión, para llevar adelante la operación.
En este caso, están vinculados también el ex director de inteligencia de la policía, general Fausto Tamayo, y el ex secretario nacional de inteligencia, Pablo Romero.