Detuvieron al hombre acusado de matar y violar a dos jóvenes en Ramos Mejía

Christian Héctor Perrone, presunto asesino y violador de Florencia Mariezcurrena y Soledad Ramos fue detenido en la General Acha, provincia de La Pampa. Estaba prófugo desde el viernes.

Christian Héctor Perrone fue detenido esta mañana en General Acha, provincia de La Pampa. El hombre era el encargado del inmueble donde aparecieron sin vida Florencia Mariezcurrena, de 14 años, y Soledad Ramos, de 26. La Policía lo buscaba desde el viernes, día en que las fuerzas de seguridad hallaron ambos cadáveres en el galpón de Ramos Mejía.

“Está detenido y estaban pidiendo un helicóptero para traerlo más rápido. Lo encontraron solo haciendo dedo. El fiscal me dijo que no sale nunca más de la cárcel. Estoy conforme con el trabajo que realizaron todos”, dijo José, padrastro de Florencia, en diálogo con la prensa, a la que agradeció especialmente por la difusión del caso.

La investigación apuntó a Perrone una vez que se supo que el terreno estaba a cargo suyo. Allí, en un sector de la casa, vivía Ramos. El hombre, en cambio, moraba en una habitación situada en la parte trasera del lugar. Varias personas lo habían visto salir visiblemente apurado horas antes de que se revelara el crimen.

En su prontuario, Perrone cuenta con una condena por homicidio. En 1999, el hombre salió de la Unidad Penal de Olmos tras purgar esa sentencia, mientras que su padre está actualmente condenado y encarcelado por haber matado a su mujer, madre del ahora acusado, según publicó la agencia de noticias Télam. El acusado tiene, además, antecedentes por abuso sexual. De hecho, cuando las fuerzas de seguridad se dirigieron a su antiguo hogar, ubicado en Ezeiza, su ex pareja reveló que Perrone ya fue denunciado por abusar de su hija de 12 años.

Si bien distintos vecinos identificaron en principio a Perrone como “la pareja” de Soledad, el dueño del galpón declaró ante la Justicia que vivían en distintos sectores del inmueble: el hombre como vigilante y la mujer con sus hijos. Florencia, por su parte, no habitaba con ella sino que simplemente la visitaba con frecuencia. Era su amiga desde hacía seis meses y Soledad le daba contención para sobrellevar la enfermedad de su madre, quien se encuentra internada con una enfermedad psiquiátrica.