Dos hombres fueron detenidos el sábado por la Policía Federal acusados de ser quienes realizaron parte de las llamadas de amenazas de bomba. Uno de ellos es un empleado del área de logística del predio y no estaría vinculado a ningún partido político.
Fuentes judiciales informaron que por pedido del fiscal federal Franco Picardi las dos personas –mayores de edad– fueron detenidas y en los allanamientos se les secuestraron los celulares desde los que realizaron las llamadas, según la investigación realizada por la Fiscalía. Los dos acusados serán indagados a la tarde por el juez federal Luis Rodríguez.
Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos, celebró el operativo: “Estábamos esperando hacia tiempo una resolución como esta. Es una satisfacción nos plantea esperanza. Que la sanción sea un ejemplo en la sociedad para que nadie vuelva atentar contra al gente. Las amenazas no es contra un gobierno o funcionario, es el daño a los empleados, 300 chicos que cada vez que había que evacuar estaban visitando o el museo Malvinas o sitio de la memoria o paka paka. Es un daño moral y económico muy grande”.
Sobre el empleado del lugar detenido, el funcionario fue tajante: “Es muy triste que alguien que trabaja y vive de los recursos del Estado en un espacio de memoria pueda, por el motivo que sea, producirlo. Y es preocupante que no se haya podido detectar o controlar el personal que trabaja para uno. Hay que analizar cómo un sito de espacio público de 17 hectáreas, 30 edificios y donde trabajan 3 ministerios debe tener mas control el Estado en su seguridad y funcionamiento”.
Las detenciones se produjeron luego de un trabajo de entrecruzamiento de llamadas y escuchas telefónicas que encabezó el fiscal Picardi con un equipo de trabajo que se conformó para esta causa y del Departamento de Inteligencia y Crimen Organizado de la Policía Federal.
Los investigadores comenzaron a obtener información de las llamadas entrantes a la ex ESMA. De allí se supo que la mayoría de esos llamados provenían de un mismo celular –por su IMEI, la identidad que tienen todos los celulares– pero al que se le intercambian los chips. Ni el teléfono ni los chips estaban registrados oficialmente.
Otro dato relevante fue que las llamadas se realizaban cerca de la ex ESMA porque impactaban en la antena de celular que corresponde a esa zona.
De allí que la primera hipótesis fue que el autor de las amenazas podía ser un empleado del lugar.
Una de las líneas investigadas tenía “otros movimientos”, es decir que era utilizada y fue intervenida por pedido del fiscal Picardi y por orden del juez Rodríguez.
En esa intervención se pudo determinar dónde vivía la persona, y su domicilio y el de su novia –ambos en Lomas de Zamora– fueron allanados el sábado y el acusado detenido.
Junto con él se encontró el celular de donde se realizaban los llamados, unos 15 chips y otros teléfonos. Todo será peritado.
El hombre es empleado del área de logística de la ex ESMA y comenzó a trabajar en junio del año pasado. Los voceros señalaron que en principio no está vinculado a ningún partido político y una de las hipótesis es que pudo haber actuado a pedido de otras personas.
En tanto, también el sábado fue detenido otro hombre –que no está vinculado a la ex ESMA– en la ciudad de Buenos Aires como autor de una de las amenazas de bomba. La llamada, según la investigación, fue realizada desde su propio celular que está a nombre de su padre.
Ambos acusados tienen cerca de 30 años –sus identidades se mantienen en reserva porque la causa está en secreto de sumario– y están acusados del delito de intimidación pública que tiene una pena de dos a seis años de prisión.
Las fuentes señalaron que la causa no se agota en los dos detenidos porque hay más personas a investigar con la profundización de datos que hay en el expediente ya que todavía falta determinar el o los autores de otras intimidaciones.
Las amenazas a la ex ESMA comenzaron el 5 de junio del año pasado. En 2015 hubo 19, una de ellas por correo electrónico. Y en lo que va del 2016 se realizaron 29, tres de ellas la semana pasada.
La ex ESMA está a cargo del Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos y se encuentra en el predio de la avenida Av. del Libertador 8151. Allí funcionan el Archivo Nacional de la Memoria, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el Canal Encuentro y áreas de los ministerios de Justicia y de Ciencia y Tecnología.
En cada amenaza de bomba el predio era desalojado y evacuadas las 1.500 personas que allí trabajan en un operativo de varias horas hasta inspeccionar todo el predio.